El Ejército español recarga su munición llamando a la puerta del enemigo más reciente de Rusia

El Ejército español recarga su munición llamando a la puerta del enemigo más reciente de Rusia

El acuerdo asciende hasta los 205 millones de euros y se ejecutará desde mediados de 2024 hasta finales de 2025. 

Las banderas de Rheinmetall frente a la sede de la empresa, en Alemania.Thomas Banneyer/picture alliance via Getty Images

Rheinmetall suministrará al Ejército español alrededor de medio millón de cargas propulsantes modulares para munición de artillería de alcance extendido de 155 mm. El acuerdo asciende hasta los 205 millones de euros y se ejecutará desde mediados de 2024 hasta finales de 2025, incluida una opción de prórroga de dos años con el correspondiente aumento de valor. 

Así lo ha informado el medio The Defense Post, que ha agregado que se están adquiriendo cargas propulsoras para los obuses M109 y SIAC de 155 mm para reponer las reservas de munición del Ejército español, agotadas por las donaciones para la guerra de Ucrania.

La armamentística alemana, además, está en la mira de Rusia. Las autoridades rusas advirtieron a finales de julio de que todas las empresas y fábricas en territorio de Ucrania dedicadas al sector militar y armamentístico son "objetivos legítimos" de sus Fuerzas Armadas en el marco de la guerra. 

Así lo aseguró el portavoz adjunto del Ministerio de Exteriores de Rusia, Andrei Nastasin, quien en rueda de prensa sacó a colación las informaciones sobre que Rheinmetall pudiera construir "un planta de producción de municiones en Ucrania", según recoge la agencia rusa TASS.

"En este sentido, les recordamos que no habrá fábricas en Ucrania. Cualquier fábrica militar es un objetivo legítimo de las Fuerzas Armadas rusas", ha señalado Nastasin, que ha aprovechado para cargar contra la posible construcción de una fábrica de municiones en territorio ucraniano por, entre otros asuntos, su elevado coste.

"A diferencia de las inversiones en desarrollo y reparación, los militares occidentales no duda en gastar dinero en la producción de armas. Ganar dinero con la guerra y la sangre siempre ha sido y sigue siendo una tradición de los empresarios occidentales", ha remarcado el portavoz de la dimplomacia rusa.