Estados Unidos advierte de la adicción energética rusa en Europa e instan a tomar medidas para frenarla
Propone medidas como la prohibición de nuevas inversiones en proyectos rusos de GNL o la imposición de sanciones a empresas extranjeras que refinan crudo ruso.

Washington ha lanzado una nueva advertencia a la Unión Europea sobre su persistente dependencia energética de Rusia, calificándola como una “adicción” que pone en riesgo la seguridad y coherencia estratégica del bloque. A pesar de los múltiples paquetes de sanciones impuestos desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, Bruselas aún mantiene vínculos energéticos significativos con Moscú, especialmente en lo que respecta al gas natural licuado (GNL) y el petróleo que llega por oleoducto.
La presión estadounidense ha sido clave para que la Comisión Europea acelere la preparación de su decimonoveno paquete de sanciones, que busca cerrar las brechas que han permitido a Rusia seguir beneficiándose de sus exportaciones energéticas. Entre las medidas propuestas se incluye la prohibición de nuevas inversiones en proyectos rusos de GNL y la imposición de sanciones a empresas extranjeras que refinan crudo ruso, como Nayara Energy en India.
Estados Unidos ha instado a los países europeos a cortar definitivamente los lazos energéticos con Rusia, señalando que esta dependencia no solo financia la maquinaria bélica del Kremlin, sino que también debilita la posición geopolítica de Europa. La advertencia ha tenido efecto incluso en países tradicionalmente reticentes como Hungría y Eslovaquia, que han aceptado avanzar en nuevas restricciones.
Además, Bruselas estudia imponer aranceles al petróleo ruso que aún entra por el oleoducto Druzhba, una medida que afectaría directamente a los Estados miembros que siguen recibiendo crudo por esta vía. Aunque algunos líderes europeos han expresado su preocupación por una retirada “precipitada” del suministro ruso, la presión diplomática de Washington ha dificultado que se frene esta iniciativa.
Este nuevo giro en la estrategia europea refleja una creciente alineación con los intereses de Estados Unidos, que busca una respuesta más firme y coordinada frente a la agresión rusa. Sin embargo, para que las sanciones sean realmente efectivas, se requerirá un compromiso conjunto y sostenido entre ambos bloques.
