Finlandia decide cerrarse a cal y canto

Finlandia decide cerrarse a cal y canto 

El Gobierno ha decidido alargar dos meses el cierre de la frontera con Rusia.

Iglesia de San Juan en Helsinki.Henryk Sadura

El Gobierno finlandés anunció este jueves que alargará dos meses el cierre total de su frontera con Rusia al tráfico de personas, hasta el 14 de abril, para impedir que el Kremlin vuelva a alentar la llegada masiva de refugiados como herramienta de desestabilización.

"No hemos visto señales de que Rusia esté cambiando su comportamiento. Al contrario, la información que hemos recibido confirma nuestra valoración de que Rusia prosigue su operación híbrida", señaló en un comunicado la ministra finlandesa de Interior, Mari Rantanen.

Según Rantanen, el Gobierno finlandés tiene razones para creer que esta situación continuará durante algún tiempo, ya que en el lado ruso próximo a la frontera hay "cientos, probablemente miles, de inmigrantes esperando la oportunidad de cruzar a Finlandia".

El Ejecutivo finlandés califica esta medida como "necesaria y proporcionada", ya que la migración instrumentalizada supone una grave amenaza para la seguridad nacional y el orden público del país nórdico.

El cierre total de la frontera ha permitido que no llegara ningún solicitante de asilo de terceros países a los puestos fronterizos en lo que llevamos de año, aunque un total de 33 refugiados han entrado ilegalmente en el país nórdico desde Rusia campo a través, según la Guardia de Fronteras de Finlandia.

Finlandia cerró de forma paulatina sus ocho puestos fronterizos en noviembre pasado, después de que la Guardia de Fronteras alertara de un inusual aumento del flujo de refugiados procedentes de Rusia que el Gobierno atribuyó a un "ataque híbrido" por parte de Moscú.

Pese a ello, solo en noviembre llegaron desde Rusia más de 900 solicitantes de asilo de terceros países, una cifra treinta veces mayor a la habitual, por lo que el Ejecutivo finlandés optó por cerrar totalmente la frontera durante dos semanas el 29 de noviembre para tratar de frenar este fenómeno.

El país nórdico reabrió dos puestos fronterizos a modo de prueba el 14 de diciembre, pero los volvió a clausurar ese mismo día tras registrar la llegada de 62 refugiados en pocas horas y constatar que Moscú seguía "instrumentalizando la migración".