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Israel asalta la sede de UNRWA con motos, camiones y grúas: cambia hasta la bandera

Israel asalta la sede de UNRWA con motos, camiones y grúas: cambia hasta la bandera 

Policías entraron en las oficinas de la Agencia para los Refugiados Palestinos en Jerusalén Este, cortando las comunicaciones y llevándose archivos y ordenadores. La ONU habla de "desprecio flagrante" de la obligación de preservar su seguridad. 

La bandera israelí, colocada a la fuerza en la sede de la UNRWA en Jerusalén Este, sustituyendo a la de la ONU, el 8 de diciembre de 2025.
La bandera israelí, colocada a la fuerza en la sede de la UNRWA en Jerusalén Este, sustituyendo a la de la ONU, el 8 de diciembre de 2025.Mostafa Alkharouf / Anadolu via Getty Images

Las oficinas centrales de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) siempre ha estado en la diana del radicalismo israelí. Son habituales los intentos de ataques vandálicos (de pintura a huevos o tomates) o las manifestaciones a sus puertas, pero desde octubre de 2023, tras los atentados de Hamás y el inicio de la ofensiva de Israel, las agresiones han ido en aumento. Ya habíamos visto más tensiones cuando Israel ordenó cerrar la sede, en mayo de 2024, o un año más tarde, cuando un grupo de colonos allanó el complejo, sin consecuencias. Lo que no se había visto hasta ahora era una agresión directa de fuerzas policiales israelíes: han llegado incluso a quitar la bandera de Naciones Unidas y a cambiarla por la blanca y azul de Israel, contra la invulnerabilidad de una sede internacional como esta. 

Según ha denunciado la propia ONU, la Policía israelí entró "por la fuerza" en las instalaciones de la agencia en Jerusalén Oriental (zona ocupada por Israel desde 1967) en la madrugada de este lunes, "tras haber rodeado el complejo con motocicletas, camiones y grúas".

El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, explicó que las fuerzas israelíes, acompañadas por funcionarios municipales, "irrumpieron en el complejo", donde cortaron todas las comunicaciones, confiscaron muebles y equipos informáticos y reemplazaron la bandera azul de la ONU por una bandera israelí.

"Esta última acción constituye un desprecio flagrante de la obligación de Israel, como Estado miembro de la ONU, de proteger y respetar la inviolabilidad de las instalaciones de la ONU", ha reaccionado Lazzarini en una publicación en la red social X. "El brutal allanamiento tiene un gran peso simbólico para los palestinos y se suma a la cadena de agresiones al organismo, considerado ahora como persona non grata", añade. Hasta el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha sido declarado como tal por el gabinete de Tel Aviv, porque entiende que no condena suficientemente la violencia de Hamás. 

A la UNRWA, directamente, los de Benjamin Netanyahu la acusan de colaboracionismo con los atentados terroristas, señalamiento del que nunca han presentado pruebas concluyentes. UNRWA negó desde el principio las acusaciones, mientras que en octubre la Corte Internacional de Justicia (CIJ) determinó que no estaban fundamentadas. Aun así, las afirmaciones de Israel llevaron a Estados Unidos, históricamente el mayor donante de la entidad, a suspender su financiación. Su crisis hoy es importante. 

"Permitir esto representa un nuevo desafío al derecho internacional, y sienta un precedente peligroso en cualquier otro lugar del mundo donde la ONU esté presente", abundó Lazzarini. La UNRWA, recuerda, brinda salud, educación y otros servicios a unos seis millones de refugiados palestinos en cinco lugares de Medio Oriente, incluidos los territorios palestinos ocupados. Ese es su peligro

Frente a eso, el acoso acentuado en estos años mientras se iban sumando, muerto a muerto, hasta 69.000 palestinos de Gaza. Dice la agencia que ha habido "manifestaciones hostiles, ataques incendiarios en 2024, campañas de desinformación a gran escala contra la agencia y reiterados actos de intimidación".

El ejército israelí lleva a cabo una redada en el centro de la UNRWA en Jerusalén oriental, el 8 de diciembre de 2025.
El ejército israelí lleva a cabo una redada en el centro de la UNRWA en Jerusalén oriental, el 8 de diciembre de 2025.Mostafa Alkharouf / Anadolu via Getty Images

Protección obligada... sobre el papel

Lazzarini recuerda también que el complejo de Jerusalén Oriental ha estado vacío desde principios de año, después de que el Parlamento israelí aprobara una "legislación anti-UNRWA", extensible a otras ONG financiadas con dinero exterior y que, en su mayoría, trabajan por una solución negociada y justa al conflicto con los palestinos. En octubre pasado, la Knesset (el parlamento local) aprobó dos leyes: una prohíbe las actividades de la Agencia en todo Israel, incluida Jerusalén Oriental, ocupada por el país desde 1967; y la otra prohíbe a cualquier funcionario israelí cooperar con el personal del organismo.

"Sin embargo, independientemente de las medidas que se adopten a nivel nacional, el complejo conserva su condición de instalaciones de la ONU, inmune a cualquier injerencia", denuncia el organismo internacional. ¿Por qué? Pues porque Israel es parte de la Convención sobre Privilegios e Inmunidades de la ONU, que otorga a las instalaciones de la Organización un estatus de "inviolabilidad", eximiéndolas de registros o incautaciones y protegiendo sus bienes de cualquier procedimiento judicial. La Corte Internacional de Justicia ha reiterado que Israel está obligado a cooperar con la UNRWA.

Pese a esta inmunidad sobre el papel, la creciente presión obligó a la UNRWA evacuar su sede en el distrito de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Oriental, a fines de enero y a redistribuir temporalmente a su personal internacional en Jordania, donde se trata de hacer el trabajo de forma remota. Por mucho que haya contactos y fuentes, el impacto en el trabajo diario es alto, asumen en privado los empleados de la agencia. Los trabajadores locales, los palestinos, son los que continúan su misión, "a veces con gran riesgo personal, ayudando a la población palestina gravemente afectada por la crisis humanitaria en Cisjordania y la guerra en Gaza".

Las reacciones

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó enérgicamente la irrupción israelí en el recinto de la UNRWA nada más conocerlo. En un comunicado, el socialista portugués recordó que el complejo "sigue siendo una instalación de las Naciones Unidas, inviolable e inmune a cualquier otra forma de injerencia". "Como confirmó recientemente la Corte Internacional de Justicia, toda acción ejecutiva, administrativa, judicial o legislativa contra los bienes y activos de las Naciones Unidas está prohibida por la Convención sobre los Privilegios e Inmunidades de las Naciones Unidas", recordó.

Guterres instó a Israel a adoptar de inmediato todas las medidas necesarias "para restablecer, preservar y mantener la inviolabilidad de las instalaciones del UNRWA y a abstenerse de adoptar nuevas restricciones con respecto a ellas, de conformidad con sus obligaciones en virtud de la Carta de las Naciones Unidas y otras obligaciones del derecho internacional, incluidas las relativas a los privilegios e inmunidades de las Naciones Unidas".

Desde España, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha condenado el ataque, a través también de una nota formal. El Ejecutivo de PSOE y Sumas estima que esta acción viola "los privilegios e inmunidades de la agencia de Naciones Unidas". "El Gobierno urge al respeto del derecho internacional y de las obligaciones internacionales asumidas por todos los Estados miembros de Naciones Unidas, y llama a Israel a permitir que la UNRWA pueda seguir cumpliendo con su mandato sin limitaciones ni obstáculos", ha señalado el Gobierno español.

El Ejecutivo ha reitera su respaldo a la UNRWA, agencia a la que considera un "actor fundamental e insustituible en la resolución del conflicto entre Palestina e Israel así como en su acción para aliviar la insoportable crisis humanitaria en Gaza".

El allanamiento del lunes se produce apenas tres días después de que la Asamblea General de la ONU renovara el mandato de la UNRWA por tres años más, lo que evidencia el apoyo internacional que tiene aún su labor, pese al trabajo de zapa de Israel para minar su credibilidad. La decisión se tomó tras una contundente votación, que obtuvo el respaldo de 151 Estados, con 14 abstenciones y diez votos en contra.

Lazzarini calificó entonces ese resultado como una expresión de inquebrantable apoyo mundial: "Refleja la amplia solidaridad expresada en todo el mundo con los refugiados de Palestina", aseveró.

La renovación del mandato de la UNRWA también muestra el reconocimiento de la comunidad internacional de su responsabilidad hacia una población desplazada sometida a una ocupación ilegal durante 75 años, y que precisa apoyo para satisfacer sus necesidades humanitarias y de desarrollo humano hasta obtener una solución justa y duradera a su precaria situación, añadió. "Esta votación debe traducirse ahora en un compromiso real y recursos adecuados para que el mandato pueda cumplirse plenamente", concluyó. 

Eso fue el viernes. Ahora se enfrenta a una agresión más, la más seria, que amenaza con consecuencias en los próximos días. Netanyahu, por ahora, no valora lo ocurrido. 

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Soy redactora centrada en Global y trato de contar el mundo de forma didáctica y crítica, con especial atención a los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos.

 

Sobre qué temas escribo

Mi labor es diversa, como diverso es el planeta, así que salto de Oriente Medio a Estados Unidos, pero siempre con el mismo interés: tratar de entender quién y cómo manda en el siglo XXI y cómo afectan sus decisiones a la ciudadanía. Nunca hemos tenido tantos recursos, nunca hemos tenido tanto conocimiento, pero no llegan ni las reformas ni la convivencia prometidas. Las injusticias siempre hay que denunciarlas y para eso le damos a la tecla.

 

También tengo un especial empeño en la actualidad europea, que es la que nos condiciona el día a día, y trato de acercar sus novedades desde Bruselas. En esta ciudad y en este momento, la defensa es otra de las materias que más me ocupan y preocupan.

 

Mi trayectoria

Nací en Albacete en 1980 pero mis raíces son sevillanas. Estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla, donde también me hice especialista en Comunicación Institucional y Defensa. Trabajé nueve años en El Correo de Andalucía escribiendo de política regional y salté al gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa, en Madrid. En 2010 me marché como freelance (autónoma) a Jerusalén, donde fui corresponsal durante cinco años, trabajando para medios como la Cadena SER, El País o Canal Sur TV.

 

En 2015 me incorporé al Huff, pasando por las secciones de Fin de Semana y Hard News, siempre centrada en la información internacional, pero con brochazos de memoria histórica o crisis climática. El motor siempre es el mismo y lo resumió Martha Gellhorn, maestra de corresponsales: "Tiro piedras sobre un estanque. No sé qué efecto producen, pero al menos yo tiro piedras". Es lo que nos queda cuando nuestras armas son el ordenador y las palabras: contarlo. 

 

Sí, soy un poco intensa con el oficio periodístico y me preocupan sus condiciones, por eso he formado parte durante unos años de la junta directiva de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) España. Como también adoro la fotografía, escribí  'El viaje andaluz de Robert Capa'. Tuve el honor de recibir el XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla por mi trabajo en Israel y Palestina y una mención especial en los Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2007). He sido jurado del IV Premio Internacional de Periodismo ‘Manuel Chaves Nogales’.

 

 


 

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