Los europeos apoyan un mayor gasto en defensa y el servicio militar obligatorio
Una encuesta del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores de cara a la Cumbre de la OTAN en La Haya muestra los cambios sociales un Trump impredecible y una Rusia agresiva.

La cumbre de la OTAN en La Haya (Países Bajos), los días 24 y 25 de junio, se centrará principalmente en tres grandes cuestiones: el gasto en defensa, la producción militar y el apoyo a Ucrania, mientras el actual conflicto entre Irán e Israel sobrevuela la escena internacional, incluso pese al alto el fuego anunciado esta madrugada.
El encuentro llega en un momento de tensión, en el que las políticas de defensa y seguridad se encaraman a lo más alto de la agenda, sobre todo en Europa, especialmente por dos razones: el aumento de la amenaza rusa, tras la invasión de Ucrania, y la imposibilidad de estar seguros de un aliado histórico como Estados Unidos lo seguirá siendo con Donald Trump como presidente.
Ante este escenario, el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, por sus siglas en inglés) ha dado a conocer los detalles de una importante encuesta multinacional sobre las actitudes públicas hacia las políticas de seguridad de la Unión, incluidas las actitudes hacia el aumento del gasto en defensa y el servicio militar obligatorio, el apoyo a Ucrania y el sentimiento hacia la nueva administración estadounidense. También se han examinado las preocupaciones de los ciudadanos sobre la amenaza de una escalada nuclear y un conflicto mundial.
El informe que surge de esos datos, escrito por los expertos en política exterior Mark Leonard e Ivan Krastev, destaca que existe un apoyo generalizado en Europa a los aumentos del gasto en defensa. Esto es particularmente cierto entre los encuestados en Polonia (70%), Dinamarca (70%) y Reino Unido (57%), donde la mayoría (ya sea "fuertemente" o "algo") apoya la idea de aumentar el gasto nacional en defensa. Las mayorías en España (46%), Alemania (47%) y Francia (45%) también indicaron su apoyo. Italia fue un caso excepcional: sólo el 17% se mostró a favor de un mayor gasto, frente al 57% en contra.
Los europeos de varios países apoyaron la reintroducción del servicio militar obligatorio, con la crucial excepción de los jóvenes de entre 18 y 29 años, quienes tienen más probabilidades de ser llamados a filas en cualquier conflicto armado. Los ciudadanos de Francia (62%), Alemania (53%) y Polonia (51%) fueron los más firmes partidarios del servicio militar. La oposición a la idea superó al apoyo en países como Italia (50% en contra), el Reino Unido (53%), España (56%) y Hungría (58%).
Las personas mayores fueron las más a favor del servicio militar obligatorio. En Alemania, por ejemplo, el 49 % de los mayores de 70 años apoyó el servicio militar, mientras que el 46 % de los jóvenes de entre 18 y 29 años se opuso a la idea.
Los europeos también confiesan que temen el estallido de un conflicto nuclear. Si bien los temores a un ataque ruso en territorio de la OTAN no reflejan del todo la urgencia expresada por algunos analistas (aunque esto se siente con fuerza en ciertos estados fronterizos, como Estonia, Polonia y Rumania), es el creciente miedo a un conflicto nuclear lo que caracteriza más claramente la ansiedad de Europa. Esto puede verse reflejado -y exacerbado- por el hecho de que Trump ponga en duda el compromiso de Estados Unidos con la seguridad europea.
Las mayorías en toda Europa están a favor del desarrollo de una disuasión nuclear europea alternativa, por ello; este es el caso de todos los países encuestados, con la excepción de Italia y Hungría, on el mayor apoyo en Polonia (60%), Portugal (62%) y España (54%).
Además, se detecta que la hostilidad de Trump hacia Europa ha dado lugar a un sentimiento antiestadounidense, algo que no era común en el viejo continente. Esto es particularmente cierto en Dinamarca y Portugal. En el Reino Unido y Alemania, las mayorías también piensan que el sistema estadounidense está roto e, incluso en la Polonia tradicionalmente proestadounidense, la proporción de ciudadanos que comparten esta opinión ha aumentado desde noviembre de 2020.
"Las relaciones entre la UE y EE. UU. son cada vez más ideológicas", escribieron Ivan Krastev y Mark Leonard, del ECFR, en un artículo que acompañaba las conclusiones. "En muchos aspectos, la relación de los partidos de extrema derecha con Trump empieza a parecerse a la de los antiguos partidos comunistas con la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Se sienten obligados a defender a Trump e imitarlo".
Los europeos sostienen están comprometidos con Ucrania, independientemente de la política de Estados Unidos y pese a que la "operación militar especial" iniciada en febrero de 2022 se cronifica. Los datos del ECFR muestran que las mayorías o mayorías en once de los doce países encuestados están en contra de la idea de que Europa retire su apoyo militar a Ucrania, presione a Ucrania para que renuncie al territorio ocupado por Rusia o levante las sanciones económicas a Rusia, independientemente de un cambio de política de Estados Unidos en estos puntos.
Aun así, muchos creen que la Alianza Transatlántica será reparada una vez que Trump deje el cargo. Existe una expectativa generalizada de que la relación transatlántica mejorará una vez que Trump deje el cargo, con esta opinión más evidente en Dinamarca, Portugal, Alemania, España y Francia, mientras que esta opinión es más débil en Hungría y Rumania.
El Trump 2.0 al que nos enfrentamos ha provocado una revolución no sólo en el panorama geopolítico de Europa, sino también en la identidad política de sus principales partidos políticos. El regreso de Trump al poder parece haber impulsado un estallido de "travestismo político" en Europa. Los partidarios de los partidos populistas ya no están exclusivamente en contra del statu quo, ahora están a favor del contraproyecto trumpiano. Y aquellos que respaldan a los partidos tradicionales ya no están simplemente a favor del statu quo, sino que ahora están sacando cada vez más energía de ser defensores de la soberanía nacional contra Trump.