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Los recortes de Trump también llegan a las a las misiones de paz de la ONU: empieza con Líbano

Los recortes de Trump también llegan a las a las misiones de paz de la ONU: empieza con Líbano

El 31 de diciembre de 2026 acabará la participación de los cascos azules de EEUU en la nación árabe. Países como Francia han insistido en que es prematuro desmantelar la FINUL en un momento extremadamente volátil en la zona.

Tropas irlandesas utilizan la mira de un arma antitanque Javelin en el Campamento Shamrock, cerca de la frontera con Líbano e Israel, el 26 de marzo de 2025.Niall Carson / PA Images via Getty Images

Las misiones de paz de la ONU en el mundo, que hasta ahora se habían librado de la política de recortes que amenaza a todos los organismos de Naciones Unidas, han sufrido la primera andanada de Estados Unidos, empeñado en una cruzada contra el multilateralismo, encarnado en la organización que preside Antonio Guterres.

Y así, Estados Unidos ha impuesto el fin (con fecha 31 de diciembre de 2026) de la misión de cascos azules en el sur del Líbano, la FINUL, que con sus 10.000 agentes pasa por ser una de las mayores del mundo, y que llevaba desplegada en el país árabe, con uno u otro nombre, casi medio siglo, desde 1978.

Fuentes del Consejo de Seguridad confirmaron a EFE que han sido los diplomáticos estadounidenses los que durante dos semanas han estado presionando para poner término a esta misión, frente a la opinión de otros miembros del Consejo -con Francia a la cabeza- de que era prematuro desmantelar la FINUL en un momento extremadamente volátil en la zona.

De hecho, el representante de China ante el Consejo, Geng Shuang, lo expuso con claridad: según él, fue "la obstinada insistencia de un miembro permanente" (no mencionó a EEUU por su nombre) la que obligó a poner fin a la misión de paz "en perfecto desprecio de las voces de la gran mayoría del Consejo, de la tensión en el terreno y de la preocupación legítima del Líbano".

La diplomacia de Donald Trump, que cada vez se deja sentir con más fuerza en todos los foros de Naciones Unidas, aplica así su narrativa de "eficiencia" exigida a todos los órganos y misiones de la ONU, pues considera que los recientes compromisos del Gobierno libanés de retomar el control de todo el sur del país antes de fin de este año y desarmar a Hizbulá y a otros grupos en esa zona, bastaban para dar por amortizada la misión de la FINUL.

Conflictos olvidados, misiones costosas

Ni Trump ni su secretario de Estado, Marco Rubio, han desvelado aún qué otras misiones de paz tienen en su punto de mira, pero a nadie se le escapa que algunas de ellas, sobre todo las que hacen de tapón en conflictos congelados u olvidados, son el ejemplo perfecto del supuesto derroche de recursos que el gabinete de Trump quiere terminar.

Uno de estos conflictos casi dormidos es el del Sahara Occidental, donde la misión de la ONU (Minurso) llegó en 1991 para organizar un referéndum de autodeterminación en la excolonia española, pero hace años Marruecos se encargó de descartarlo en favor de un impreciso plan de autonomía, quedando la Minurso limitada a vigilar un alto el fuego en una guerra de muy baja intensidad.

El pasado 18 de agosto, una delegación diplomática estadounidense venida desde Rabat visitó la sede de la Minurso en El Aaiún, capital del Sahara Occidental en medio de una gran discreción. La embajada en Rabat no dio ninguna explicación, pero el hecho de que la visita tuviera como destinatario los cuarteles de la Minurso hicieron pensar que EEUU podría aplicar con la Minurso el mismo criterio que ha usado con la FINUL.

Resolución de conflictos al margen de la ONU

La particular cruzada del Gobierno de Trump contra la ONU -salida de la OMS y de la Unesco, retirada de los acuerdos climáticos de París, entre otros- ha tenido una traslación también en la resolución de conflictos.

Y así, Trump ha promovido su particular visión de hombre de negocios -no por casualidad firmó un libro llamado The Art of the Deal (El arte de cerrar tratos)- también a la diplomacia internacional, dejando explícitamente a la ONU fuera de todos los conflictos que se empeña en resolver.

De este modo, Trump se ha puesto la medalla y hasta ha reivindicado para sí el premio Nobel de la paz por haber propiciado treguas entre India y Pakistán, entre la República Democrática del Congo y Ruanda, entre Armenia y Azerbaiyán o entre Egipto y Etiopía. También promueve por su cuenta una solución a la guerra de Ucrania y a la de Gaza, en estos últimos casos sin tanto éxito.

En todos esos casos, Trump ha dejado a la ONU fuera del marco. 

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