Los soldados rusos sacan las motocicletas para avanzar a este punto clave de la guerra cubiertos por la niebla
Las autoridades ucranianas confiesan que la situación aquí es "difícil".
La densa niebla que cubrió durante días la línea del frente en el este de Ucrania fue un inesperado aliado para las tropas rusas, que aprovecharon estas condiciones climáticas para usar vehículos civiles y motocicletas, cada vez más habituales en ambos bandos.
Así lo reveló vídeo que se viralizó el fin de semana en redes sociales, y que la BBC verificó como grabado en la carretera Selidove-Pokrovsk, al sur de la urbe, muestra a un contingente numeroso moviéndose a plena luz del día en coches y motos, amparados por el humo y la baja visibilidad.
El 7º Cuerpo Aerotransportado ucraniano ha confirmado que la falta de visibilidad ha permitido a Moscú intensificar su ofensiva sobre Pokrovsk, una ciudad clave cuya defensa se ha convertido en el último año en un símbolo de resistencia, y de desgaste, para Kiev.
Las fuerzas rusas llevan más de un año tratando de capturar esta localidad. La semana pasada, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski estimó que había hasta 300 soldados rusos combatiendo dentro de la ciudad, aunque el ejército ucraniano confirmó el miércoles que la cifra podría haber aumentado hasta los 500 efectivos, con varias zonas del sur ya bajo control ruso
Un campo de batalla entre la niebla
Durante varias jornadas, la visibilidad aérea fue prácticamente nula. "La densa niebla impidió los reconocimientos", relata 'Goose', piloto ucraniano de drones de la unidad Shershni Dovbusha de la 68ª brigada. En una entrevista con la BBC, explica que esa pérdida de ojos en el cielo dio margen a Moscú para "atreverse" a lanzar ataques con columnas de vehículos que, en condiciones normales, habrían sido destruidas de inmediato. La niebla, sin embargo, actuó como un escudo inesperado.
'Goose' detalla que su unidad detectó y neutralizó con frecuencia pequeños grupos rusos que avanzaban a pie o en motocicleta, un medio de transporte cada vez más utilizado para infiltraciones rápidas entre edificios, calles estrechas o terrenos difíciles.
También participaron en repeler el ataque que aparece en el vídeo, grabado supuestamente el domingo. "El convoy quedó parcialmente destruido", señala, aunque la falta de visibilidad impidió grabar el momento del contraataque, por lo que no pudo confirmar si todas las unidades atacantes fueron alcanzadas.
En estos combates urbanos fragmentados, las distancias se diluyen."Gran parte de la ciudad es una zona gris que ninguna de las partes controla por completo", describe el piloto. "Podemos ocupar posiciones en un edificio, pero el enemigo puede estar en el de al lado. Intentan atacarnos por la espalda", añade.
El frente se tensa más allá de Pokrovsk
Los mapas de monitoreo de la organización ucraniana DeepState indican que las fuerzas rusas están cercando gran parte de Pokrovsk y avanzando hacia la vecina Myrnohrad. Moscú busca conformar lo que los militares denominan un "caldero": un cerco parcial o total que asfixie las rutas logísticas ucranianas.
Aunque la tapa del caldero "no esté cerrada", advierten las fuentes militares, los drones FPV rusos controlan ya la mayoría de las rutas de entrada y salida. Para aliviar la presión, las tropas ucranianas contraatacaron la semana pasada en Suvorove y Rodynske, frenando el cierre del cerco en su parte oriental. Por ahora, han conseguido mantener abierta una brecha entre los dos flancos rusos.
El problema es que la presión rusa no se limita al este. El comandante en jefe ucraniano, Oleksandr Syrskyi, confirmó que la situación en la región sudoriental de Zaporizhzhia ha "empeorado significativamente", tras la pérdida de tres asentamientos. También en Kupiansk, al noreste, Moscú afirma haber rodeado la ciudad, aunque el portavoz de la Operación de Fuerzas Conjuntas, Viktor Tregubov, lo niega. Admite, no obstante, que las tropas rusas están presentes en el sur de la localidad y que la situación es "difícil".
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se hizo eco el martes de la información ofrecida por Syrskyi sobre la tensión que viven esas zonas. "Nuestro principal objetivo ahora mismo es la dirección de Pokrovsk y la región de Zaporizhzhia, donde los rusos están aumentando el número y la magnitud de los ataques. La situación allí sigue siendo difícil, en parte debido a las condiciones meteorológicas que favorecen los ataques", manifestó en sus redes sociales.
Aun así, intentó transmitir un mensaje de resistencia y gratitud hacia quienes continúan combatiendo: "Continuamos derrotando al ocupante, y agradezco a cada una de nuestras unidades, a cada soldado que participa en la defensa de las posiciones de Ucrania". También destacó los progresos obtenidos en Kupiansk, donde la situación "es algo más favorable: nuestras fuerzas han obtenido resultados allí, y esta ha sido la tónica de las últimas semanas".
Por último, habló de los preparativos para nuevos ataques de largo alcance: "Las directrices específicas y los resultados que esperamos". "Las sanciones de largo alcance contra Ucrania deben surtir efecto a diario, y lo estamos logrando. ¡Gracias por su precisión! ¡Gloria a Ucrania!", concluyó.
Ataques rusos que combinan drones y disfraces
Los ataques rusos buscan cortar las rutas de suministro ucranianas tanto desde el aire, con artillería y drones, como desde tierra, desplegando pequeños grupos de asalto para infiltrarse tras las líneas defensivas.
"Esta táctica se llama infiltración y ha demostrado ser bastante exitosa", explica el analista militar Kostyantyn Mashovets, detallando que las fuerzas rusas han centrado parte de sus esfuerzos en atacar a los pilotos ucranianos de drones FPV, debilitando su capacidad de vigilancia.
En entornos urbanos, añade, algunos soldados rusos llegan incluso a infiltrarse disfrazados de lugareños o de militares ucranianos, con el objetivo de sembrar confusión antes de un avance mayor.