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Marinette, el barco de la Flotilla por Gaza que resiste cual Astérix al asedio de Israel

Marinette, el barco de la Flotilla por Gaza que resiste cual Astérix al asedio de Israel

El Gobierno de Netanyahu detiene a casi todos los barcos de la expedición humanitaria: hay, al menos, 450 detenidos, que será expulsados las próximas horas.

El Marinette mientras navega en solitario rumbo a Gaza tras el asalto israelí a la Flotilla
Los tripulantes del velero Marinette, el barco de la Flotilla por Gaza que aún navega rumbo a la Franja.YOUTUBE

En el Mediterráneo queda una estela de humanidad que parece insignificante frente a la maquinaria de guerra de un Estado. Y, sin embargo, esa estela se ha convertido en todo un símbolo. El Marinette, uno de los barcos que forma parte de la Flotilla Global Sumud, rezagado por culpa de una avería, navega todavía hacia Gaza. Al menos eso es lo que dice la organización de la expedición humanitaria, que asegura que el velero navega solo, cual Astérix que resiste al asedio de los romanos, rumbo a la Franja. Todo, mientras el resto de las embarcaciones que la habían acompañado en el viaje caían en el asalto ilegal de Israel.

Aún pesa la imagen de los soldados israelís abordando, la madrugada anterior, cada uno de los barcos de la Flotilla por Gaza, fuertemente armados, con gafas de visión nocturna y preparados para el enfrentamiento. Según los organizadores, como se pudo ver en las cámaras que retransmitían el asalto en directo, el Ejército de Israel atacaba con cañones de agua y los aislaba mediante la interrupción de sus comunicaciones. Sin embargo, una vez a bordo, lo que encontraron fue a los activistas con chalecos salvavidas puestos y las manos alzadas, ofreciendo una resistencia pasiva bajo el resplandor de los focos. 

Entre los activistas detenidos (más de 450 personas) figuran la sueca Greta Thunberg, que como el resto de sus compañeros de misión, dejó grabado un mensaje anticipando su captura: "si ves este mensaje, es que he sido secuestrada y llevada contra mi voluntad por las fuerzas israelíes", y la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau. Entre los arrestados, hay 65 ciudadanos españoles, de los que una treintena se encuentra ya bajo custodia. 

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, orgullos del éxito del asalto, felicitaba a los soldados de la marina israelí que interceptaron a la Flotilla por Gaza y fueron capaces de repeler "una campaña de deslegitimación contra Israel" en la celebración de Yom Kipur, la festividad más sagrada para el judaísmo. “Su importante acción impidió que decenas de buques entrasen en la zona de guerra y repelió una campaña de deslegitimación contra Israel”, concluyó. El Ministerio de Exteriores israelí, mientras prometía la deportación de cada uno de los activistas a Europa, se jactaba de que "la provocación ha terminado".

En el puerto israelí de Ashdod, más de 600 agentes y funcionarios se han hecho cargo de la custodia de los activistas detenidos en aguas internacionales. La policía asegura haber identificado ya a 250 de ellos, que ya habrían comparecido ante un juez, paso inicial  para llevar a cabo su deportación. El traslado a la cárcel de Ketziot y su expulsión, prevista para los próximos días en vuelos chárter que podrían volar destino a Madrid o Londres, marcan el destino inmediato de la mayoría de los arrestados.

El Gobierno de Netanyahu insiste en que todos los miembros de la Flotilla Global Sumud "están a salvo y en buen estado de salud” después de, subrayan, intentar “acceder a una zona de combate activa y violar un bloqueo legal". Sobre el Marinette, la advertencia es más que clara: "De esta provocación, solo queda un último barco. Si se acerca a la Franja de Gaza, también lo detendremos”, aseguraba el Ejército israelí.

A pesar de ello, la organización lo ha convertido en un emblema. “El Marinette es sumud, firmeza frente al miedo, el bloqueo y la brutalidad”, proclamó en redes sociales. Esa palabra árabe —sumud, perseverancia— se ha transformado en la definición de una resistencia frágil pero insistente, comparada por muchos con la aldea gala de los cómics franceses que se enfrentaba al imperio.

La reacción internacional al asalto israelí de la Flotilla por Gaza no se ha hecho esperar. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció la “brutalidad” usada contra los “civiles desarmados que pretendían ayudar a los niños que mueren de hambre en Gaza”. Desde Sudáfrica, Cyril Ramaphosa reclamó la liberación de sus ciudadanos, entre ellos un nieto de Nelson Mandela. En Italia, los sindicatos han convocado una huelga general para este viernes y en ciudades como Madrid, Barcelona, París, Buenos Aires o Ciudad de México, miles de personas han salido en masa a las calles en solidaridad con los activistas, para reclamar la creación de un Estado Palestino y contra Benjamin Netanyahu.

La Global Sumud Flotilla partió de Europa a finales de agosto, con alimentos y medicinas a bordo de más de cuarenta barcos para romper el bloqueo humanitario al que Israel está sometiendo a la Franja de Gza. Entre los activistas enrolados van voluntarios, abogados y parlamentarios. Todos, con la pretensión de romper un bloqueo que dura ya 17 años y que ha dejado a Gaza en una situación límite. Según el Ministerio de Sanidad de la Franja, más de 66.000 palestinos han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí en 2023, mientras la población afronta una hambruna generalizada. Israel, en cambio, sigue defendiendo que actúa en legítima defensa tras el ataque de Hamás del 7 de octubre.

Hoy, cuando los detenidos esperan su expulsión y las cancillerías discuten sus próximos pasos, la imagen que queda es la de un barco solitario que surca el Mediterráneo hacia un destino conocido. Marinette, convertido en símbolo por accidente, escribe en el agua una estela que desafía al asedio de Israel, aun sabiendo que su final no será distinto al del resto de los demás barcos que formaban parte de la Flotilla por Gaza.