Meloni acaba con la ayuda a vulnerables por SMS

Meloni acaba con la ayuda a vulnerables por SMS

El Gobierno de la ultraderechista italiana defiende el fin de la renta básica que ha enfurecido a la oposición. Las protestas se repiten en varias ciudades de Italia.

Giorgia Meloni en una visita oficial a Vietnam hace unos días.Antonio Masiello

La primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, prometió eliminar en cuanto llegara al Gobierno la Renta de Ciudadanía, un polémico subsidio a familias de bajos ingresos en Italia. Diez meses después, la promesa electoral se ha hecho realidad, con prisas y con polémica: alrededor de 160.000 familias recibieron a primeros de mes un SMS notificándoles que dejarían de recibir la ayuda, en muchos casos, única vía de ingresos. 

Meloni por otra parte, siempre ha sido crítica con este subsidio al que, según El Paísllegó a describir como una "metadona del Estado". Ayuda a la que, por cierto, ha ido aplicando nuevas restricciones desde que el 22 de octubre de 2022 tomase las riendas de Italia. 

El apresurado fin de la Renta de Ciudadanía ha enfurecido a los sindicatos y a la oposición, que acusan al Ejecutivo de librar "una batalla contra los pobres". Las protestas en varias ciudades del sur de Italia, con muchos alcaldes pidiendo explicaciones y ayuda al Gobierno han obligado a la ministra de Trabajo, Marina Calderone, a explicar en el Senado el procedimiento y las motivaciones de la decisión.

La ministra defendió que todos aquellos que dejen de recibir la renta y estén en condiciones de trabajar podrán acceder a una plataforma con "servicios de orientación, ofertas de trabajo y programas formativos" para insertarlos en el mercado laboral. "No renunciamos a entender el trabajo como un verdadero remedio a la pobreza", justificó entre los gestos de desaprobación de otros senadores.

Sin embargo, el Ejecutivo no ha concretado cómo y cuándo estarán disponibles esas alternativas y la notificación que han recibido los afectados tampoco detalla qué pasos deben seguir una vez que, el 1 de septiembre, dejen de percibir la ayuda, que ronda los 500-600 euros mensuales de media por familia.

"El gobierno ha optado por hacer la guerra a los pobres en lugar de hacer la guerra a la pobreza", criticó en la Cámara de Representantes la líder de la oposición y del Partido Demócrata (PD), Elly Schlein, quien opinó que hay un gran "cinismo y brutalidad" en la manera en la que el Gobierno comunicó el final del subsidio.

Más allá fue el ex primer ministro Giuseppe Conte, líder del Movimiento 5 Estrellas y principal impulsor de la ayuda hace cuatro años, quien acusó a Meloni y los suyos de "provocar un desastre social" al interrumpir "de la noche a la mañana" el apoyo económico que reciben "los sectores de la población más necesitados".

Sin embargo, para la coalición gobernante el fin de esa renta supone cumplir una de las grandes promesas electorales y atajar una iniciativa que consideran "ineficaz" para combatir la pobreza y tampoco ha promovido la inserción laboral.

"Toda persona debe tener derecho de revertir su camino en la vida", insistió la ministra Calderone en un discurso que viró sobre la idea de que las medidas deben centrarse únicamente en la inserción laboral.

Algunas de las familias afectadas podrán pedir una prórroga de la renta hasta finales de año, cuando entrarán en vigor nuevas ayudas formativas y un nuevo subsidio para domicilios con ingresos inferiores a los 10.000 euros anuales que quedará anulado en el momento en el que un beneficiario reciba una oferta de empleo.

El asunto también muestra la enorme división entre el norte y sur de Italia, pues más del 60 % del millón de receptores de la Renta de Ciudadanía viven en las cuatro regiones meridionales: Campania, Sicilia, Lacio y Puglia, según la seguridad social italiana.