Sin paz y sin ayuda, pero EEUU ya tiene su plan para la fuerza internacional de Gaza
El Gobierno de Trump ha presentado un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU que "autoriza" el envío de efectivos, pese a que la primera fase del plan de pacificación sigue sin completarse: hay muertos, no hay bienes básicos.
El Gobierno de Estados Unidos ha presentado esta madrugada un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU que "autoriza" el establecimiento de una fuerza internacional en la Franja de Gaza, uno de los puntos incluidos en el plan presentado por el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, para el futuro del enclave palestino y firmado a de octubre en Sharm el Sheij (Egipto).
"La resolución da la bienvenida a la Junta de Paz y autoriza la Fuerza Internacional de Estabilización descrita en el plan de paz de 20 puntos del presidente Trump para Gaza. Esto incluye la continuación de la ayuda humanitaria y la liberación de todos los rehenes, allanando el camino para una Gaza más segura y próspera", ha señalado la Misión de Estados Unidos ante Naciones Unidas, en un comunicado en el que ha asegurado que Washington "volverá a obtener resultados" en el organismo multilateral, y no así "interminables conversaciones".
La legación de Washington ha atribuido este resultado al "audaz" liderazgo del mandatario estadounidense: "Las partes han aprovechado esta oportunidad histórica para poner fin definitivamente a décadas de derramamiento de sangre y hacer realidad la visión del presidente de una paz duradera en Oriente Próximo".
Estados Unidos ha hecho público este apoyo después de que su representante permanente ante Naciones Unidas, Mike Waltz, haya mantenido un encuentro con sus homólogos de los diez países que forman parte del Consejo de Seguridad de forma temporal y que este año son: Argelia, Dinamarca, Grecia, Guyana, Pakistán, Panamá, Corea del Sur, Sierra Leona, Eslovenia y Somalia.
Además, ha celebrado en la misma nota que "los principales socios regionales respaldan la resolución del Consejo de Seguridad" sobre el enclave palestino tras una reunión a la que también han asistido representantes de Egipto, Qatar, Arabia Saudí, Turquía y Emiratos Árabes Unidos, si bien no ha mencionado una fecha para la votación.
Waltz ha descrito el encuentro como "histórico" en su cuenta de la red social X, donde ha presumido del "fuerte" respaldo de estos últimos países y ha reiterado que "todo esto está sucediendo gracias al firme liderazgo del presidente, que ha logrado unir a las naciones, traer a los rehenes de vuelta a casa y crear una paz real en Oriente Próximo".
Avances sobre suelo inestable
El plan de Trump incluye un alto el fuego, si bien los ataques del Ejército israelí contra la Franja de Gaza han matado desde entonces a más de 200 palestinos, de acuerdo a las informaciones de las autoridades gazatíes. Así que, sí, se habla de misión, pero sobre un suelo muy inestable, con violaciones cruzadas de alto el fuego y, sobre todo, con una respuesta israelí que hace que diste mucho de la paz lo que se ve en la zona: ataques constantes y ayuda humanitaria que entra con cuentagotas. Tel Aviv sólo mantiene abiertos dos pasos fronterizos, en el sur, para entrar en Gaza. La entrada de alimentos en el norte sigue siendo difícil. Los convoyes de ayuda se ven obligados a seguir una ruta lenta y difícil desde el sur, denuncia la ONU.
Un mes después del alto el fuego, la realidad en Gaza sigue marcada por el hambre. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) explica que han logrado llevar 20.000 toneladas de comida, la mitad del objetivo. El Gobierno de Benjamin Netanyahu no cede, cuando "el invierno se acerca y la gente sigue sufriendo por el hambre". "Las necesidades son abrumadoras. Hemos dado algunos pasos, pero no los suficientes", sostiene la portavoz del PMA, Abeer Etefa.
Los precios en los mercados siguen siendo demasiado altos para la mayoría de la gente, que no come suficiente variedad para evitar la desnutrición. La mayoría de los hogares sólo consumen cereales, legumbres y raciones de alimentos secos. “La carne, los huevos, las verduras y las frutas se consumen muy poco", dijo. Ante la falta de combustible, incluido el gas para cocinar, más del 60% de los habitantes de Gaza cocinan utilizando residuos quemados, según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), lo que aumenta los riesgos para la salud.
Con la llegada del invierno, los habitantes de Gaza necesitan refugio. El Mediterráneo es algo suave, pero el invierno en Gaza, a la intemperie y sin manera de calentarse, es terrible. Muchos de los civiles que han vuelto a su lugar de origen han encontrado sus hogares en ruinas, y los desplazados que permanecen en el sur "a menudo viven en tiendas de campaña y sin acceso a alimentos ni servicios", advirtió Etefa, del PMA.
En una escuela de niñas convertida en refugio en la ciudad de Gaza, vive Manar, madre de cuatro. Ella y su familia han sido desplazadas varias veces y han gastado el poco dinero que tenían en comida. Ayer tuvo suerte y pudo cocinar tomates, pepinos y cebollas que pudo comprar gracias a que el pan se lo entregaron. Un caso que la ONU difunde como ejemplo. “La realidad me golpeó aún más después del alto el fuego porque me quedé sin hogar. Perdimos nuestra casa, nuestras pertenencias, nuestra ropa, nuestra comida, todo estaba dentro de la casa. Ahora estamos por debajo de cero. El invierno se acerca. Miro a mis hijos y recuerdo cómo solían tener pijamas abrigados y mantas. Ahora no tienen nada. Ninguna de nuestras necesidades básicas está cubierta”.
El Consejo Noruego para los Refugiados -uno de los organismos de cooperación más respetados en Palestina- también afirmó el miércoles que las autoridades israelíes habían rechazado 23 solicitudes de agencias de ayuda para llevar suministros para refugios , incluyendo tiendas de campaña y mantas, a Gaza. "Tenemos muy poco tiempo para proteger a las familias de las lluvias y el frío del invierno", dijo en un comunicado Angelita Caredda, directora regional del grupo para Oriente Medio y Norte de África. "Tras más de tres semanas de alto el fuego, Gaza debería estar recibiendo un gran volumen de materiales para refugios, pero solo ha llegado una pequeña parte de lo necesario. La comunidad internacional debe actuar ya para garantizar un acceso rápido y sin trabas", insiste.
¿Qué pasa con los rehenes?
Además, la Oficina del primer ministro israelí, Netanyahu, confirmó anoche que el Ejército y el Shin Bet (la agencia de seguridad interior) han recibido de la Cruz Roja el ataúd con el cuerpo de un supuesto rehén entregado por Hamás como parte del acuerdo del alto el fuego. "Israel ha recibido, a través de la Cruz Roja, el féretro de un rehén desaparecido que fue entregado a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y al Shin Bet dentro de la Franja de Gaza. Desde allí, será trasladado a Israel, donde será recibido con honores militares por un rabino militar", recoge la nota.
El Centro Nacional de Medicina Forense israelí tendrá que comprobar posteriormente si estos restos pertenecen a alguno de los siete rehenes fallecidos que todavía seguían en el enclave palestino. Según dijo previamente Hamás, el cuerpo fue encontrado en excavaciones realizadas en el barrio de Shujaiya, al este de la ciudad de Gaza, punto que ahora forma parte de la conocida como "línea amarilla", la zona a la que se han replegado las tropas israelíes en esta primera fase de tregua.
Hasta ayer permanecían en Gaza siete cuerpos de rehenes, todos ellos hombres, incluyendo a cinco ciudadanos israelíes, un estudiante de Tanzania y un agricultor tailandés secuestrado cerca del kibutz Beeri.
Desde la entrada en vigor del alto el fuego, el grupo palestino ha expresado tener dificultades para localizar los cuerpos de los rehenes que permanecen en Gaza por las toneladas de escombros y por no tener siempre acceso a maquinaria pesada. Israel, sin embargo, ha acusado a los islamistas de retrasar a propósito la entrega de estos cuerpos para evitar abordar su desarme, cuestión que deben discutir junto a los mediadores cuando se retomen las negociaciones para la segunda fase del acuerdo. Hasta EEUU ha reconocido la complejidad de recuperar esos restos, tras dos años de conflicto y con el 90% de las edificaciones dañadas.