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Donald Trump asegura que Irán e Israel han pactado un "alto el fuego total" de 12 horas

Donald Trump asegura que Irán e Israel han pactado un "alto el fuego total" de 12 horas

El presidente de Estados Unidos ha señalado, en su cuenta de la red social Truth Social, que tras ese tiempo la guerra entre ambos países “habrá terminado”.

Protestas en Londres contra los ataques de EEUU en Irán.CARL COURT

Después de casi dos semanas de ataques cruzados, bombardeos sobre las instalaciones nucleares iraníes, lanzamiento de misiles en el corazón de Teherán y serias amenazas de venganza, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado en un mensaje publicado en redes sociales que Irán e Israel habrían alcanzado un acuerdo de "alto el fuego total" que durará 12 horas, que se iniciará seis horas después del anuncio, tal y como ha señalado el republicano en Truth Social. Pero no será una simple tregua en Oriente Medio, porque el inquilino de la Casa Blanca ha asegurado que, si todo transcurre según lo previsto, al finalizar ese periodo, "la guerra se dará por terminada". 

El anuncio de este alto el fuego entre Irán e Israel se produce después de que el régimen iraní respondiese al ataque de Estados Unidos sobre sus instalaciones nucleares con el lanzamiento de 14 misiles sobre la base aérea estadounidense de Al Udeid, en Catar, que según el Pentágono no han supuesto ningún peligro: trece fueron interceptados y el que queda no ha provocado ningún daño. El propio Trump reveló que Teherán había avisado a EEUU con antelación a través de los canales diplomáticos, hecho que les permitió evitar posibles víctimas: "Quiero dar las gracias a Irán por avisarnos, lo que ha facilitado que no se perdieran vidas y que nadie resultara herido". El presidente estadounidense calificó el ataque como una “respuesta muy débil” e instó, una vez consumado el ataque, a que"Irán pueda ahora avanzar hacia la paz en la región y animaré a Israel a hacer lo mismo".

Horas después, Trump anunciaba el "alto el fuego total" entre Irán e Israel con un mensaje en su red social, lleno de exclamaciones, escrito en mayúsculas (fiel a su estilo) y con una buena dosis de tono triunfalista. Esta es una guerra, ha subrayado el presidente de EEUU, "que podría haber durado años y destruido todo Oriente Medio, ¡pero no lo ha hecho, y nunca lo hará!”. El mensaje concluye con su habitual retórica patriótica: “¡Dios bendiga a Israel, Dios bendiga a Irán, Dios bendiga a Oriente Medio, Dios bendiga a Estados Unidos de América y DIOS BENDIGA AL MUNDO!”.

Fuentes diplomáticas han asegurado a la agencia Reuters  que el primer ministro catarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, ha jugado un papel decisivo para lograr que Irán aceptase el alto el fuego, después de una llamada directa con altos cargos de Teherán. Sin embargo, de momento, no ha habido una respuesta oficial ni del régimen iraní ni del Gobierno de Israel. De acuerdo con variso medios israelíes, el primer ministro Benjamín Netanyahu ha ordenado a sus ministros que no hagan declaraciones públicas y ha llegado a poner fin antes de tiempo una reunión clave de su gabinete. Tres de sus altos cargo, en cambio, habrían indicado a EEUU que su campaña militar contra Irán iba a concluir.

La coreografía pactada es precisa: Irán activa el alto el fuego primero; doce horas después lo hace Israel. Y al cumplirse las 24 horas, “el mundo saludará oficialmente el fin de la guerra”, en palabras de Trump. No hay verificación independiente, ni observadores, ni acuerdo firmado. Solo su palabra y su red social. Por ahora, las bombas han dejado de caer. Pero Oriente Medio sigue en vilo.

Como gesto de normalización, las autoridades de Qatar, Bahréin y Kuwait han anunciado la reapertura de sus espacios aéreos tras el fin de la situación de emergencia provocada por el ataque iraní. Doha ha confirmado la reanudación del tráfico aéreo “y el retorno a la normalidad”. Lo mismo han hecho Kuwait y Bahréin, sede de la Quinta Flota de la Armada de Estados Unidos y base de unos 9.000 militares norteamericanos, que ha levantado las restricciones, según ha informado su agencia estatal.

Sobre el terreno, la situación sigue lejos de la calma. El ejército israelí ha emitido dos avisos de evacuación dirigidos a los residentes en zonas del norte de Teherán en menos de dos horas, uno en la noche del lunes y otro en la madrugada del martes y se han registrado cuatro muertos en la ciudad de Beersheva. Además, se ha informado de la activación de alarmas en los Altos del Golán, ante la posible intrusión de aviones hostiles, lo que sugiere que las operaciones militares aún no se han desactivado. Y el jarro de agua fría ha llegado cuando Irán ha dicho que "gasta el momento, no hay ningún ‘acuerdo’ sobre ningún alto el fuego ni cese de operaciones militares". Es lo que ha dicho el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, para que, a renglón seguido, la televisión iraní sí indique que el país está dentro del acuerdo. 

De hecho, el mismo Donald Trump parece aludir en su mensaje de Truth Social al desfase entre la diplomacia y la realidad militar, cuando señaló que el alto el fuego entre Israel e Irán arrancaría después de una fase de transición en la que "ambos países completarán sus misiones en curso".

Por eso, a primera hora el republicano ha lanzado un nuevo mensaje insistiendo en el compromiso adquirido. "No habríamos podido cerrar el trato de hoy sin el talento y la valentía de nuestros magníficos pilotos de B-2 y de todos los involucrados en esa operación. De una manera irónica, ese golpe perfecto, a última hora de la noche, unió a todos, ¡y se cerró el trato!", expresó Trump en una publicación en su red Truth Social.

Doce días de fuego cruzado

El 13 de junio, Israel bombardeó por sorpresa varias instalaciones del programa nuclear de Irán y otros objetivos relacionados con sus misiles balísticos. Lo hizo sin previo aviso y sin respaldo internacional. Aquello marcó el inicio de lo que Trump ya ha bautizado como "la guerra de los 12 días”.

La ofensiva israelí fue en aumento con el paso de los días. Este lunes, Tel Aviv ejecutó la mayor oleada de ataques jamás vista contra Teherán. No se limitó a objetivos militares o nucleares: alcanzó directamente Evin, la prisión más emblemática del régimen, donde están encerrados opositores, presos políticos y ciudadanos extranjeros. Las imágenes difundidas por la televisión estatal iraní mostraban cadáveres y escombros en el patio del penal. También se reportaron bombardeos contra centros de mando de la Guardia Revolucionaria y estaciones eléctricas que dejaron sin luz a amplias zonas de la capital.

Ante la intensidad de los ataques, una parte importante de la población de Teherán, cerca de 10 millones de personas, abandonó la capital iraní en busca de seguridad en otra parte. Las amenazas de Teherán de bloquear el estrecho de Ormuz no llegaron a concretarse, y el precio del petróleo cayó un 7% en plena volatilidad, lo que apunta a que el mercado no ha llegado a creerse que se iba a producir una escalada aún más agresiva.

La entrada de Estados Unidos en la guerra, el pasado fin de semana, supuso un punto de inflexión. Washington lanzó bombas antibúnker de más de 13.600 kilos sobre los centros nucleares iraníes, en lo que Irán consideró una agresión directa. A partir de ese momento, el régimen intensificó su retórica y amagó con represalias más duras. "No aceptaremos que nadie nos ataque. No nos someteremos ante ninguna agresión”, declaró el líder supremo, Alí Jamenei. “Esa es la lógica de la nación iraní”.

A la vez, se reactivó el debate sobre la sucesión del ayatolá, de 86 años. Fuentes citadas por Reuters aseguran que las discusiones internas se han acelerado, y los nombres del clérigo Mojtaba Jamenei o el de Hassan Jomeiní, nieto del fundador de la República Islámica, suenan con fuerza en los pasillos del poder. Trump, que durante el fin de semana llegó a sugerir un cambio de régimen, se ha presentado ahora como garante de la paz.