Un país clave de la OTAN se deja de prolegómenos: está lista para enviar soldados a Ucrania
Londres y París ultiman una fuerza conjunta de 50.000 soldados para reforzar un alto el fuego, en plena ofensiva diplomática para sustituir el papel de EEUU.

El Reino Unido ya no se anda con paños calientes. “El primer ministro siempre ha dejado claro que está dispuesto a poner tropas en Ucrania para ayudar a reforzar un alto el fuego”, ha confirmado este fin de semana el ministro de Defensa, John Healey, en declaraciones a Times Radio. La frase, tajante, despeja las dudas que venían planeando desde hace semanas sobre la implicación británica en la llamada “Coalición de los Dispuestos”, un bloque de países europeos que se prepara para garantizar la paz si Rusia acepta poner fin a la invasión. Según Militarnyi, Londres y París aportarán el grueso del despliegue, aunque el plan sigue pendiente de apoyo formal por parte de Estados Unidos.
La iniciativa, impulsada por el nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, incluye una fuerza militar conjunta de hasta 50.000 efectivos para defender Europa de lo que el ministro británico ha definido como “amenazas extremas”. Starmer y Emmanuel Macron, que se encuentra de visita de Estado en el Reino Unido, encabezan esta nueva etapa de cooperación estratégica. La cumbre franco-británica que se celebra este lunes no solo sirve para afinar los detalles del despliegue militar: también aborda nuevas fórmulas de disuasión, desde maniobras nucleares conjuntas hasta la coordinación en investigación y ciberseguridad.
Tal como ha confirmado el propio Healey a Sky News, se trata del “primer gran encuentro bilateral con un aliado europeo desde el Brexit”, una señal clara de que Londres quiere recuperar protagonismo en el tablero continental. Macron, por su parte, ha celebrado que ambas potencias “estén listas para coordinar sus fuerzas nucleares”, aunque sigan siendo independientes, para disuadir a Moscú y proteger al conjunto de Europa. Esta cooperación se formalizará en una declaración conjunta.
Rearme europeo y presión a EEUU
Además del refuerzo terrestre, los dos países han anunciado este lunes un nuevo pedido de misiles Storm Shadow (conocidos en Francia como SCALP), ya utilizados por Ucrania para atacar objetivos en profundidad dentro de territorio ruso. Londres y París también se comprometen a desarrollar de forma conjunta su sucesor, un proyecto que el Gobierno británico calcula que sostendrá más de 1.300 empleos en el país. “Desde la guerra en Europa hasta los nuevos riesgos nucleares y los ciberataques diarios, las amenazas que enfrentamos se multiplican”, ha advertido Starmer. “Estamos listos para usar nuestra fuerza compartida y avanzar en nuestras capacidades conjuntas”.
La participación de Estados Unidos, sin embargo, sigue en el aire. Aunque las declaraciones de Healey desmienten que Londres haya renunciado al plan por la reticencia de Donald Trump, lo cierto es que Downing Street no moverá ficha sin garantías de seguridad claras por parte de la Casa Blanca. Según Militarnyi, varias capitales europeas llevan meses presionando a la nueva Administración estadounidense para que respalde formalmente la misión.
Por ahora, la hoja de ruta incluye más reuniones con países aliados y el refuerzo progresivo de capacidades militares conjuntas. El mensaje que lanzan Londres y París a Moscú no deja lugar a interpretaciones: si hay un alto el fuego sobre la mesa, Occidente pondrá botas en Ucrania para garantizarlo. Y esta vez, el compromiso no viene de promesas vagas, sino de planes operativos listos para activarse.
