Un nuevo estudio pone en el punto de mira 53 pescados y mariscos de alto consumo

Un nuevo estudio pone en el punto de mira 53 pescados y mariscos de alto consumo

La lista va de los más recomendables a los que debemos evitar a toda costa.

Pescado fresco en la subasta de la lonja de Luarca, Asturias.Tim Graham

Con el pescado hay muchas personas que siempre tenemos dudas. Se no olvidan cuáles eran los azules, los blancos, los que tienen más mercurio y no debemos dar mucho a lo niños… En definitiva, aunque sabemos que el consumo de pescados, en general, es bueno porque nos aporta nutrientes interesantes para nuestro bienestar, conviene tener presente que hay algunos mejores que otros para nuestra salud.

La última lista en detalle sobre, en concreto, los 53 pescados y mariscos más y menos recomendables la han realizado la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA, en sus siglas en inglés) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA), e incluyen diversas directrices sobre el consumo de estos alimentos, según un estudio que vienen realizando desde hace unos años la FDA y la EPA y que recogen en su página web. 

Éstas están especialmente destinadas a mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, así como a la alimentación infantil. Así, la FDA ha dividido el pescado y el marisco en tres categorías, de acuerdo con si sus componentes son más nutricionales o más perjudiciales para la salud.

El pescado, según informa la organización, aporta nutrientes esenciales que apoyan su desarrollo cerebral infantil. Contiene, además, ácidos grasos omega-3 y omega-6, hierro, yodo y colina, que también favorecen el desarrollo de la médula espinal del bebé. Y, finalmente, proporciona hierro y zinc para reforzar el sistema inmunológico de los niños.

En concreto, la FDA recomienda a las mujeres embarazadas el consumo de 120 gramos 2 o 3 veces por semana, de los que ha incluido en su lista de “las mejores opciones”. Y para los menores, lo diferencia por edades: de 1 a 3 años, un consumo de 120 gramos, dos veces por semana; de 4 a 7 años, de 240 gramos, dos veces por semana; de 8 a 10 años, 360 gramos, dos veces por semana, y 11 años y más, el consumo de 480 gramos, dos veces por semana.

También advierte sobre los niveles de mercurio en determinados pescado: “Algunos de ellos también contienen una gran cantidad de zinc, que es perjudicial para la salud y debe limitarse en la dieta de mujeres embarazadas y niños”.

Éstas son las tres lista configuradas por la FDA y la EPA para ayudar a las familias a escoger el mejor pescado en cada caso. También hay que tener en cuenta que las denominaciones incluyen los diversos nombres con los que se conoce a algunos pescados en diferentes culturas.

La primera es la de las “mejores opciones” e incluye: la anchoa, amoladora, caballa, lubina, bonito, bagre, conchas, bacalao, cangrejo, cangrejo de río, merluza, bacalao, arenque, angosta, mójol, ostras, caballa, perca (de agua dulce y agua salada), lucio joven, cheilou melanuri, abadejo, salmón, sardina, vieira, camarón, salahi, calamar, tilapia, trucha (de agua dulce), atún enlatado y pescado blanco.

La segunda lista recopila una segunda tanda “buenas elecciones”, aunque no las considera las mejores: lucio, pez búfalo, carpa, bacalao antártico, delfín, peskandritsa, pez roca, pez negro, sargos, pargo, caballa española, lubina rayada (de agua salada), atún blanco (enlatado y fresco/congelado) y atún aleta amarilla.

Y, finalmente, recomienda en la última lista los que “deben ser evitados: la caballa real, pez espada, marlín, tiburón, pez espada y atún patudo.

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Soy redactora en HuffPost España, donde escribo de temas sociales y estilo de vida.

 

Sobre qué temas escribo

Hablo cada semana sobre varios temas en los que nos aporta una nutricionista sus consejos para llevar una vida saludable, sigo los temas de okupaciones en todo el mundo e intento reflejar cómo los problemas y las buenas noticias nos afectan ya de forma global con ejemplos de casos de particulares y poniendo el foco en especial en estudios científicos que demuestren todos los avances que estamos viviendo.

 

Mi trayectoria

Estudié Periodismo en la Universidad Complutense e hice el Máster de Periodismo de la UAM/ELPAÍS, así como el de desarrollo de directivos de PRISA y el IESE. He sido jefa de diversas secciones en EL PAÍS, después, directora de comunicación en diversos organismos, pero, sobre todo, lo que me gusta es escribir. Por eso estoy aquí, para contar historias y buscar temas exclusivos para los lectores. Antes de todo esto, mi especialidad fue durante años la educación. Soy madrileña, de padre catalán y abuelos vascos y de las dos castillas, por lo que me siento de toda España y no entiendo tanta confrontación. Y, sobre todo, me considero muy europea. He recibido el Premio de Periodismo de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, así como el Premio de Periodismo Educativo Esteban Barcia. He escrito un par de libros sobre El papel de los padres en el éxito escolar de los hijos.

 


 

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