Ocho cosas que aprendimos de salud mental este 2025
Lecciones que hemos extraído de primera mano de psicólogos y expertos que han charlado con 'El HuffPost' este año.
¿Puede ser la inteligencia artificial nuestra psicóloga? ¿Cómo está la salud mental masculina en general? ¿Qué se puede hacer ante la soledad no deseada? ¿Cuál es el lugar con mayor número de suicidios de España y qué se está haciendo para que deje de serlo?
Un año más —en El HuffPost siempre nos gusta preocuparnos por asuntos relacionados con la salud mental— hemos estado llenos de inquietudes y preguntas sobre salud mental, que numerosos psicólogos, psiquiatras, expertos y divulgadores han tenido la amabilidad de ayudarnos a contestar.
De todos ellos hemos aprendido; aquí van, a modo de resumen del año (y de pinceladas breves), algunas de las lecciones que nos han dejado:
Los riesgos de la IA como psicóloga, especialmente para adolescentes
La inteligencia artificial ya está presente en casi todos los ámbitos de la vida. Tanto es así, que un estudio de Plan Internacional puso de manifiesto que uno de cada cuatro jóvenes de 17 a 21 años le cuenta sus problemas.. en un momento en el que el 41% de los jóvenes ha tenido algún problema de salud mental, como contó Marina Prats.
A la dificultad de acceso a un psicólogo, tanto de forma gratuita en la Seguridad Social como a través de la consulta privada se suma, en palabras de Javier Cantón Correa (profesor e investigador de la UNIR especialista en desinformación, IA y visualización de datos) que "la respuesta que nos da una máquina para nosotros es como más creíble, como si fuera infalible" y que los jóvenes a veces prefieren hablar a través de un chat que en persona.
Entre sus riesgos, los expertos mencionaron su literalidad, los sesgos de adulación y de equidistancia. "Puede ser una herramienta maravillosa, pero siempre con el concepto 'human in the loop', tiene que haber un profesional detrás de eso", reflexionó Manuel Armayones, catedrático de Psicología de la UOC.
Todos tenemos un chihuahua interior
Esta metáfora tan llamativa es de la psicóloga María Esclapez, autora de Tu miedo es tu poder, quien en febrero nos explicó qué quiere decir con esto del chihuahua. No es otra cosa que nuestra amígdala del cerebro activada; en otras palabras, esos momentos en los que se nos dispara algo por dentro y entramos en modo lucha o huida.
"Es un perro que está un poco loquito. Yo digo que es 50% ira, 50% temblor. Los chihuahuas ven una pierna random y ya procesan un peligro y se ponen a ladrar como si no hubiera un mañana. Pues la amígdala es un poco igual", comparaba.
Según Esclapez, cuando nuestro chihuahua interior se pone a ladrar descontrolado, "es muy difícil procesar la información que está ocurriendo en nuestra parte más racional del cerebro" y ahí es cuando aparecen "comportamientos impulsivos" y cuesta más "empatizar con la persona que tenemos delante o incluso con nosotros mismos". "Cuando estás superactivado, te imaginas que estás con el chihuahua a tope y como que rompe con ese dramatismo del momento", aconsejaba.
"Muchos hombres llegan a terapia estando al límite"
"Muchos hombres están rompiendo ese tabú, están empezando a reconocer precisamente que la salud mental y el bienestar emocional también son cosa suya", reflexionó el psicólogo Enric Valls en un tema en el que quisimos conocer un poco mejor cómo está la salud mental masculina.
La psiquiatra Julia Cambra resaltó que "los hombres tardan muchísimo más en venir a consulta": "Cuando piden la ayuda suele ser muy tarde, muchas veces tras perder a sus mujeres, trabajos o hijos". Una educación en la que no se les enseña a expresar emociones y que lleva a no querer mostrar vulnerabilidad explican esto, y ahí está la clave para mejorar de cara a futuras generaciones.
Cambra puso bajo el foco el mankeeping, ese rol que adoptan algunas mujeres como "confesoras, de apoyo emocional o de psicólogas de sus parejas, muchas veces sin darse cuenta, aparte de toda la carga mental de la casa, de la familia o de las cosas de pareja de las que se encargan históricamente". Su consejo: que los hombres tengan relaciones sociales fuera de la pareja "que le permitan tener su desahogo" o pedir ayuda profesional llegado el caso.
Cómo lucha Alcalá la Real por salir de las tinieblas del suicidio
Esta localidad de Jaén duplica la media nacional de suicidios y triplica la de Andalucía. Asociaciones e instituciones que trabajan sobre el terreno explicaron a Diego Alonso que se barajan dos posibles causas: la soledad y la normalización. "El desempeño de vecinos y asociaciones es más importante en muchas ocasiones que la labor de los profesionales", contaron.
Allí trabajan en cuatro vías, como detalló Ventura Olea, director de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Universitario de Jaén: el fomento de la Atención Primaria —"Se sabe que la persona que se suicida, en el mes previo, visita con frecuencia algún centro de salud"; comprometer a la ciudadanía —formar a farmacéuticos, policías, vecinos...—; realizar acciones de concienciación y hacer seguimiento de las personas en riesgo.
La importancia vital de saber intervenir
Detalles como bajar al máximo el volumen de las emisoras o las luces luminosas de los vehículos de los bomberos cuando llegan para atender una crisis suicida pueden parecer nimios, pero pueden marcar una gran diferencia. Cómo aproximarse y hablar a esa persona que está en un momento tan vulnerable, también, como nos contó Sergio Tubío, bombero que quedó impactado por un suicidio y se convirtió en pionero para prevenirlos, puesto que se encontró con que no había ni guías, ni protocolos.
"Ya solo el hecho de acercarnos, por ejemplo, en manga corta, con el mosquetón conectado a la parte trasera, mostrándole nuestras manos, pidiéndole permiso para acercarnos, presentándonos por nuestro nombre y manifestando que nuestra intención no es otra que ayudarle, eso facilita que haya una conexión", relató.
Él y su equipo ya han formado a "varios miles" de bomberos, tanto de Madrid como de otras partes de España, e incluso del extranjero, además de dar charlas en centros educativos.
"La soledad no es un lujo emocional, es un factor de vulnerabilidad"
En verano aprendimos que las olas de calor acentúan el gran problema social que es la soledad no deseada: es mala época para quienes se sienten solos, ya que el 12,4% dice acusar más este sentimiento en los meses estivales que en otros momentos del año.
Desde el Observatorio SoledadES animan a estar pendientes de las personas cercanas; en ocasiones una llamada de teléfono puede suponernos muy poco, pero un mundo para quien la recibe.
Apuestan por sensibilizar a la ciudadanía desde las administraciones y hacer campañas “que apuesten por el trato humanizado y las relaciones para evitar el aislamiento", así como para hacer las ciudades más amigables. "Una presencia puede salvar vidas", defienden.
Qué hacer cuando escuece el estar sin pareja... y cómo cuidarla cuando sí se tiene
Hay algunas fechas señaladas que nos pueden abrir heridas emocionales, y más si hemos tenido una ruptura reciente. "Hay días, sea San Valentín, sea el cumpleaños del ex, sea que lo hemos visto con otra persona o sea nuestro aniversario, ese dolor tenemos que transitarlo y tenemos que sostenerlo", defendió el psicólogo David Gómez.
Y para quien sí tenga pareja, dejó esta reflexión que no viene mal recordar: "El vínculo no solo se cuida en San Valentín, sino que es como una plantita, utilizando una metáfora, que se tiene que cuidar día a día. No coger un día y echarle 23 litros de agua".
"No hay cosa más horrorosa que estar acompañado en tu casa por tu pareja y sentirte invisible"
Precisamente sobre cómo ser parejas mejores nos habló la psicóloga Alicia González. Por su experiencia, la piedra en la que suelen tropezar más las parejas es la comunicación. También aconseja abordar ciertas conversaciones (que sí, pueden resultar incómodas) en el inicio de una relación, ya sea sobre dinero o sobre qué es para cada uno una infidelidad.
Sobre la terapia de pareja, suele ver que "uno de los dos va por iniciativa propia y el otro va arrastrado". "Además, lo que suele pasar al que va por iniciativa propia es que va a quemar el último cartucho. No es que venga superemocionado e ilusionado, sino que la persona viene a modo desesperación, con una pizca de agotamiento y con poca esperanza, aunque esté ahí", explicó.
"Si están para salvar es importante trabajar en un cambio de actitud y si están ahí para romper, pues también es importante tratar de que sea lo más suave y respetuoso posible", aconsejó.