Una experta en nutrición revela si es bueno tomar alguna fruta concreta antes de entrenar
Resalta que las claves están en cómo tolera cada persona estos alimentos, cuánto falta para que inicie el ejercicie y qué tipo de sesión va a realizar.
La idea de si es bueno o no tomar fruta antes de entrenar y, en concreto, cuáles serían las mejores para comer en esos momentos ha desatado un debate últimamente. Es más, "hace unos días se hizo viral un mensaje de un conocido nutricionista afirmando que comer un plátano antes de entrenar era un error", recuerda la técnica superior en Nutrición y Dietética Ana Luzón. "Y entiendo el impacto", añade, "porque mensajes así llaman la atención". Pero, ¿qué hay de cierto en todas estas afirmaciones? Luzón lo explica.
Lo primero que resalta esta experta es que "cuando hablamos de nutrición aplicada al ejercicio es clave bajar el volumen del polémico 'todo o nada' y subir el del contexto, la digestión y la energía disponible", resalta. "Porque la realidad es ésta: el plátano no es un error. Es un alimento valioso antes de entrenar para muchas personas".
Luzón explica que "el argumento habitual es que el plátano contiene azúcares y sube la glucosa, pero eso es exactamente lo que buscamos en un preentrenamiento cuando quedan 30 a 60 minutos para empezar: energía disponible, fácil digestión y algo de potasio para la contracción muscular".
Pero añade un matiz: "El problema no es el plátano, sino esperar milagros o usarlo en el contexto equivocado. La clave está en cómo la tolera cada persona, cuánto falta para iniciar el entrenamiento y qué tipo de sesión se va a realizar".
Antes de entrenar necesitamos energía disponible, recuerda esta técnica en dietética. "Los hidratos de carbono presentes en la fruta pueden ayudar a proporcionar ese combustible de manera rápida y accesible, siempre que el alimento sea bien tolerado a nivel digestivo". Es más, "algunas personas entrenan mejor con una pieza de fruta liger; otras, prefieren añadir algo más de proteína o grasa, y, algunas, directamente no necesitan comer nada si han realizado una comida completa hace poco", explica Luzón.
Así que el aspecto más relevante "es observar la respuesta del cuerpo: si aparece pesadez, reflujo o molestia digestiva puede resultar más adecuado optar por preparaciones más suaves (como fruta cocida o triturada) o espaciar más la ingesta respecto al entrenamiento", concluye Luzón. "Si, por el contrario, la fruta proporciona energía, ligereza y buena sensación corporal, puede ser una opción práctica para ese momento".
En conclusión, resalta esta especialista, "la nutrición deportiva no debería sostenerse en reglas rígidas sino en criterio, sensaciones corporales y contexto personal". "Cada mujer puede observar cómo se siente con diferentes opciones y quedarse con la que le permita entrenar con comodidad, fuerza y claridad mental", recalca.