Han dado el visto bueno a la venta por 3.100 millones de euros. El presidente de la entidad catalana, Josep Oliu, asegura que es "un momento particularmente propicio" para la operación.
La entidad bancaria baraja estudiar la retirada de la OPA tras lo que ocurra con las juntas de Sabadell. "Tenemos esa posibilidad", ha asegurado el consejero delegado, Onur Genç.
La entidad catalana ha convocado una junta general de accionistas extraordinaria el próximo 6 de agosto para aprobar la venta y el pago de un dividendo extraordinario.
El Consejo de Ministros dio su 'visto bueno' a la operación condicionándolo a que durante tres años se mantuvieran de forma separada la personalidad jurídica, el patrimonio y la autonomía de ambas entidades.
El Consejo de Ministros aprobó la oferta con varias condiciones: mantener la personalidad jurídica y patrimonios separados y la autonomía de las dos entidades durante tres años. Unos compromisos que dificultan la continuidad de la operación.
La medida cautelarísima contra la consulta no sigue adelante y la Justicia cree que la medida de Moncloa no ha sido "determinante" para adoptar la decisión en el Consejo de Ministros.
El Gobierno asegura que está "respetando los plazos" tras la consulta pública, mientras Bruselas presiona a Moncloa porque cree que no hay razones por las que se pueda "rechazar o bloquear la transacción".
Tras el visto bueno de la CNMC, el balón está en el tejado del Gobierno. Por primera vez ha puesto en marcha una consulta pública para que la gente decida si se respeta "el interés general".
Turull cree que esta operación "a medio y largo plazo puede afectar mucho al acceso al crédito para las pymes y microempresas", que son "el gran motor de la economía catalana".