El decimocuarto paquete de sanciones comunitarias toca, al fin, el gas licuado. Una jugada maestra muy delicada que ha tardado en pactarse pero ya es una realidad.
La falta de ingresos porque sus mercados se han buscado otros suministradores y su aislamiento por las sanciones tras la invasión de Ucrania lo ponen en aprietos.
Las sanciones no han hundido la economía rusa, pero le complican la vida. Si la industria de Defensa o el petróleo aguantan, el gas natural, menos. Estos son los datos de sus ventas, sus clientes y quienes le han dado la espalda.
La comunidad internacional señaló desde el primer momento a Rusia, pero el Kremlin siempre negó haber llevado a cabo esta acción. Medios de Alemania y EEUU afianzan esta línea de investigación.