Alertan del pequeño tramo que podría convertirse en el lugar donde Putin inicie su conflicto contra Europa
"Rusia utiliza este corredor para exportar el 60% de su petróleo y gas", avisa el ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna.

Con solo 128 kilómetros en su punto más ancho, el Golfo de Finlandia conecta a Rusia con el Mar Báltico y, a través de este, con el resto del mundo. Una ubicación estratégica que hace que este pequeño tramo marítimo en el norte de Europa corra el riesgo de convertirse en el epicentro de un futuro conflicto entre Rusia y la OTAN.
Esta estrecha vía, flanqueada por Finlandia y Estonia, ambos países miembros de la Alianza Atlántica, es utilizada por Moscú para sortear sanciones internacionales y seguir exportando petróleo y gas. "Rusia utiliza este corredor para exportar el 60% de su petróleo y gas", precisa el ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna, en una reciente entrevista con ABC News.
Se trata de un tránsito constante, ya que más de 400 barcos navegan estas aguas cada semana, muchos de ellos parte de la llamada 'flota en la sombra' rusa, una red opaca de embarcaciones con propietarios desconocidos que transportan crudo a mercados internacionales. Esto ha aumentado exponencialmente la preocupación en la zona.
"Esto ha permitido a Rusia mantener sus arcas llenas y realmente amortiguar el impacto de las sanciones", señala a The Sun Natalie Sabanadze, experta en política exterior rusa y ex diplomática georgiana.
Tsahkna reconoce que, por ahora, "Rusia tiene derecho a pasar", pero advierte de que, en caso de una escalada militar, la respuesta será inmediata: "Si hablamos de agresión rusa, si comienza, por supuesto, será cerrada y controlada totalmente por la OTAN, nuestros aliados y nosotros".
Provaciones mar y aire
El experto en seguridad internacional Tom Keatinge, considera que un hipotético conflicto entre la OTAN y Rusia es controvertido para ambos bandos. "Obviamente, es un tema muy delicado desde la perspectiva de la OTAN . Hay muchos aviones militares sobrevolando esa zona... pero también es muy delicado para los rusos", explica también a The Sun.
La región ha sido escenario de múltiples provocaciones. Desde 2022, aviones rusos han violado el espacio aéreo estonio en al menos ocho ocasiones. El mes pasado, una incursión de tres MiG-31 duró 12 minutos y recorrió 125 millas dentro del espacio de la OTAN. Esto llevó a Estonia a invocar una consulta bajo el Artículo 4 del tratado.
"No hubo una amenaza militar inmediata para Estonia", argumenta Tsahkna para justificar la decisión de no derribar los aviones. Sin embargo, la OTAN afirma estar preparada para utilizar "todas las herramientas militares y no militares necesarias" para defenderse. Mientras, la tensión sigue en aumento.
Asimismo, las autoridades francesas interceptaron en septiembre un buque petrolero de origen ruso, sospechoso de operar como embarcación fantasma y de facilitar el despliegue de drones en el espacio aéreo perteneciente a la OTAN. El navío habría partido desde Rusia, atravesando el estratégico Golfo de Finlandia.
En diciembre, el Eagle S, otro barco vinculado a la llamada 'flota en la sombra', fue señalado por presuntamente haber dañado cinco cables de telecomunicaciones mediante el uso de su ancla en una zona marítima considerada de alta tensión.
Ante estos incidentes, Sabanadze alerta sobre la necesidad urgente de reforzar la vigilancia en la ensenada naval. Según advirtió, de no tomarse medidas, más embarcaciones similares podrían continuar generando alteraciones.
