Un gerente de una gasolinera advierte del aumento de la estafa del surtidor: "Cuando recibes el extracto ya es tarde"

En verano aumentan los desplazamientos por carretera y, con ellos, las estafas dirigidas a turistas y conductores. Un reportaje emitido por TF1 lanza una seria advertencia sobre la llamada "estafa del surtidor de gasolina", detectada en varias estaciones de servicio francesas, aunque el problema también puede darse en España.

El modus operandi es simple pero eficaz: un desconocido pide al conductor que pague un pequeño importe de carburante con su tarjeta bancaria. El supuesto beneficiario abona el importe en efectivo, y el conductor, confiado, se marcha sin sospechar nada. El problema viene después. 

"Si te fijas, la pistola no está colgada del todo, así que lo único que tienes que hacer es volver a cogerla y seguir repostando tranquilamente hasta que te den la autorización, que suele ser de 150 euros", explica Victor Marteau, gerente de la estación de servicio Avia. "Cuando llega el extracto de la cuenta, obviamente hay una sorpresa desagradable, y desgraciadamente ya es demasiado tarde", advierte.

El estafador, tras aprovechar el desbloqueo del surtidor por parte de la víctima, termina utilizando el combustible para llenar el depósito de su vehículo. Por su parte, la víctima, al no darse cuenta de que la manguera ha sido recolocada de forma intencionada, acaba pagando una suma mucho mayor que la que creía haber autorizado.

Además de esta táctica, TF1 recuerda que existen otras estafas comunes, como la del 'peruano', la de la grúa falsa, la de la llanta pinchada o la del espejo retrovisor roto, todas diseñadas para engañar y aprovecharse de conductores desprevenidos. Por eso, las autoridades recomiendan estar atentos, verificar siempre el uso del surtidor y desconfiar de cualquier situación inusual.