Brilla, en este minuto de reconocimiento a las hechuras del finado, su legado heterodoxo, con pronunciamientos claros por los más oprimidos, los más pobres, los más perseguidos, las víctimas siempre inocentes.
ahí tenemos a la UE, comunicando como nunca antes que estamos llamados no solo a salir sin anestesia de nuestra prolongada siesta en la zona de confort en la Europa de la Paz.
No cabe ninguna concesión a la tentación de retorno al casillero nacional (como propugna la ultraderecha, hipócritamente emboscada en su Make Europe Great Again), ni, aún menos, al nacionalismo reaccionario.
Esa polarización extrema se ha trasladado a una plétora de acusaciones penales y causas judicializadas tan carentes de fundamento como de base probatoria.
Son cada vez más clamorosas, graves y preocupantes las experiencias que muestran que frente a cada vez más relatos, y cada vez más acríticamente asumidos, no hay "dato" ni evidencia empírica que pueda mover un solo voto.