El republicano ha hecho dos anuncios este martes que representan la cara y la cruz de su política migratoria. Un extranjero podría tener los mismo derechos que un ciudadano si invierte 4,75 millones de euros en proyectos en EEUU, pero planea exigir a millones de extranjeros indocumentados que se inscriban en un listado facilitando sus huellas dactilares.