Así ha evolucionado la participación en las elecciones autonómicas en España

Así ha evolucionado la participación en las elecciones autonómicas en España

La alta o baja afluencia de votantes no determina que la balanza se vaya a inclinar hacia la izquierda o la derecha, eso depende de los argumentos de los partidos y la movilización de sus votantes.

Un votante deposita su voto durante las elecciones generales de 2019.Getty Images

Los resultados electorales de las próximas elecciones municipales y autonómicas del 28M serán determinantes para ver cómo queda la configuración política de España. Sin embargo, aparte de lo que determinen las urnas, habrá otro dato sobre el que estarán puestos todos los ojos: la participación.

Se ha repetido y especulado mucho a lo largo de los años con la idea de que una alta participación podría inclinar la balanza hacia las izquierdas. Por contra, los datos públicos de los distintos portales electorales, que ponen a disposición de los ciudadanos los resultados históricos de cada elección contradicen esa teoría.

La alta participación no determina un resultado, sino el sentido de los votos. Parece una obviedad, pero desmontar los mantras y las leyendas urbanas sobre esta cuestión es una tarea que requiere mucha pedagogía. Uno de los ejemplos más palmarios de que no existe una relación entre la participación y un beneficio electoral inequívoco para la izquierda son los resultados de las elecciones autonómicas de 2021 para la Asamblea de la Comunidad de Madrid.

En aquella ocasión, la participación alcanzó el 71,74% la más alta al menos de los últimos 14 años, y sin embargo la victoria de la derecha, encarnada en la candidatura de Isabel Díaz Ayuso, fue arrolladora. De hecho, las últimas elecciones en las que el PSOE fue el partido más votado, las de 2019, la participación fue la más baja desde 2007: un 64,3%.

Otro ejemplo se encontraría en la comunidad autónoma de Extremadura. Mientras que en 2007 la participación fue del 75% con una mayoría absoluta del PSOE, cuatro años después apenas bajó un 0,3% pero el más votado fue el PP. 

El año 2011 se caracterizó por un voto de castigo bastante acusado contra el PSOE en el que los populares pintaron de azul casi todo el mapa nacional. La siguiente mayoría absoluta de los socialistas llegó en 2019, pero la participación no supero siquiera la barrera del 70%, limitándose al 69,3%.

En definitiva, los altibajos en la participación tienen más que ver con la movilización general de los votantes y su voluntad de acudir a los colegios electorales, pero no determina el voto, eso es cosa de la política y la capacidad de cada partido de convencer con sus argumentos.

De hecho, algunos expertos en demoscopia, como el director de GAD3, Narciso Michavila, ha augurado que el próximo domingo una participación elevada podría favorecer más a la derecha que a la izquierda, y viceversa. Sin embargo, habrá que esperar hasta el cierre de los colegios y la apertura de las urnas para conocer qué han decidido los votantes.