Los socios de investidura alertan a Sánchez por los escándalos de corrupción y acoso: "Estamos muy preocupados"
A raíz de los escándalos de las últimas semanas, los socios de investidura de Pedro Sánchez empiezan a avisar al Ejecutivo de que se deben tomar medidas y la estabilidad se tambalea en el ecuador de la legislatura.

El agua llega al cuello. No es la primera vez que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ve entre la espada y la pared, pero quizá sí sea la primera en la que dentro del propio Partido Socialista se abren tantos frentes con asuntos tan delicados como el acoso sexual y la corrupción. En los últimos días, José Luis Ábalos ha entrado en prisión, Leire Díez ha sido detenida, la presión dentro del PSOE ha incrementado por las acusaciones de acoso a Francisco Salazar y José Tomé —este último ha dimitido—... Los propios socios de investidura son conscientes de que no se trata de temas menores y han movido ficha pidiendo explicaciones y medidas urgentes en las últimas horas. Por el momento, y aunque adelantar las elecciones parece una opción descartada por el Ejecutivo —que mantiene su intención de agotar la legislatura—, lo cierto es que los escándalos de esta semana han puesto en alerta al Gobierno, que se aproxima a su ecuador con una mayoría inestable y un futuro muy incierto para los Presupuestos Generales del Estado.
El principal ariete contra el Partido Socialista desde hace meses, por la izquierda, es Podemos. En las últimas horas, las críticas de la formación morada han subido de tono y cuestionan todo lo que rodea al principal partido del Gobierno. "Es evidente que esto no es una cuestión de manzanas podridas, de Ábalos, de Santos Cerdán o de Koldo, sino que es una auténtica trama", ha afirmado este jueves la secretaria general del partido, Ione Belarra, reconociendo que están "muy preocupados" por la corrupción que afecta al PSOE. “Faltan muchas explicaciones por dar”, ha insistido.
Las denuncias de acoso sexual han sido otra de las puntas de lanza. La propia Belarra ha asegurado que el PSOE tiene un "problema de machismo" en relación con los casos de Francisco Salazar o del expresidente de la Diputación de Lugo, José Tomé. "No han aplicado el protocolo y, por tanto, estamos en un momento en el que el PSOE tiene que dejar paso a fuerzas verdaderamente feministas que puedan sacar adelante los avances que quieren las españolas y los españoles", ha dicho.
El Partido Nacionalista Vasco también ha mostrado su inquietud ante las informaciones conocidas en los últimos días. Su portavoz en el Congreso, Maribel Vaquero, ha expresado este jueves su "preocupación" por los casos de corrupción, aunque ha asegurado que mantendrán la "serenidad" a la hora de valorar el futuro de la legislatura. "Nos preocupa que todos los días amanezcamos con una noticia nueva. Siempre hay que ser contundentes contra cualquier tipo de corrupción, pero vamos a ir poco a poco", ha señalado.
Por parte de Esquerra Republicana de Catalunya, Gabriel Rufián lleva meses advirtiendo de que "no van a elegir entre corruptos cutres y corruptos premium", en referencia a los casos de corrupción del bipartidismo. Sin embargo, ante los nuevos escándalos que ocupan las portadas, Rufián ha preferido poner el foco en los problemas cotidianos de la ciudadanía. "Dos minutos de realidad, más allá de Ábalos, Koldo, Cerdán, Salazar… que les debe preocupar", introdujo el líder republicano. "Lo que le preocupa a la gente, sobre todo ahora que vienen las fiestas, es que no le da. A la gente no le llega. ¿De qué sirve un país en el que trabaja más gente que nunca si acaban siendo, de facto, pobres? Lo que le va a echar de Moncloa es el coste de la vida", ha sentenciado.
La izquierda independentista vasca también critica la corrupción que rodea al Partido Socialista y se ha "comprometido a combatirla". "Seremos los primeros en pedir responsabilidades políticas si hay motivos", afirmó la semana pasada el secretario general de EH Bildu en La Cafetera, Arnaldo Otegui. Aun así, también señaló su preocupación ante "un golpe de Estado blando" en relación con casos como el del exfiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que, según dijo, formaría parte de "una operación de fondo para devolver al PSOE al régimen del 78". Aunque las líneas rojas no están definidas en el partido vasco, la situación de los socialistas se complica con el paso de los días y las nuevas informaciones.
Néstor Rego, diputado del BNG en el Congreso, ha afirmado este jueves que el PSOE tiene "problemas crecientes" de corrupción, por lo que le ha exigido "absoluta contundencia" para atajarlos y que pase "de las palabras a los hechos". Además, ha recordado que aún están pendientes de aplicarse las medidas de regeneración democrática que el Gobierno prometió en verano tras la detención del exdiputado y exsecretario de Organización socialista, Santos Cerdán. "Por eso exigimos al PSOE que pase de las palabras a los hechos", ha remarcado.
Junts también ha criticado la corrupción que rodea al Partido Socialista. La líder en Madrid del partido de Carles Puigdemont, Miriam Nogueras, se refirió así al bipartidismo: "La corrupción española está institucionalizada. Hoy Génova y mañana Ferraz. Recordemos que el PSOE y el PP pactaron el Consejo General del Poder Judicial".
En conjunto, las críticas de los socios parlamentarios evidencian un desgaste creciente en torno al PSOE y al Gobierno de Pedro Sánchez, acentuado por los recientes casos de corrupción y acoso que han sacudido la agenda política. Aunque el Ejecutivo insiste en su intención de agotar la legislatura, la presión interna y externa aumenta, y el clima parlamentario se vuelve cada vez más incierto. Con una mayoría frágil, unos presupuestos en el aire y una ciudadanía preocupada por el coste de la vida, el Gobierno afronta uno de sus momentos más delicados, en el que cada nueva información puede convertirse en un factor decisivo para la estabilidad de la Moncloa.
