De la política del hijo único a gravar los condones: una medida más de China para que sus ciudadanos tengan más hijos
"Me enfadé muchísimo cuando vi que los preservativos iban a tener impuestos y subir de precio".
China es noticia cada día: en lo geopolítico, en lo económico, en lo comercial, en lo tecnológico... y también en lo demográfico. 1.414 millones de chinos (según los últimos datos de 2025) y decir que necesitan que nazcan más hijos puede sonar raro, pero no es lo que tienes ahora, sino la proyección, más aún cuando la potencia oriental instauró la política de 'hijo único' entre 1979‑1980 y 2015‑2016.
Ahora el líder chino, Xi Jinping, fracasadas una y otra medida, ha decidido meter la mano en el bolsillo de sus ciudadanos, tan dados a ahorrar, para ver si así aumenta la natalidad en China, antes de que en unas décadas, a este ritmo, el país pierda cientos de miles de habitantes.
A partir de ahora, usar condones u otros anticonceptivos les supondrá a los chinos mayor desembolso, ya que por primera vez 30 años se elimina la exención del IVA. Esto supone una subida del 13% en los precios.
Con el nuevo IVA, el encarecimiento no será drástico, pero sí suficiente para provocar críticas en redes sociales como Weibo y RedNote. "Me enfadé muchísimo cuando vi que los preservativos iban a tener impuestos y subir de precio", escribía un usuario. "¿Tan fácil resulta lucrarse con nosotros, los trabajadores?". Otro reconocía haber hecho un pedido impulsivo "antes de que suban", comprando más de la cuenta.
¿Por qué ahora?
La medida no se limita a los condones. Forma parte de una revisión más amplia del sistema tributario impulsada por el Gobierno de China, que está actualizando la lista de bienes y servicios exentos de IVA. El objetivo es reforzar los ingresos fiscales, clave para sostener el gasto público en un momento de desaceleración económica y envejecimiento acelerado de la población.
Aun así, el momento elegido llama la atención. China pierde población y lleva años tratando de estimular la natalidad con políticas que van desde subsidios a familias con bebés hasta ayudas directas a parejas e iniciativas locales para animar a tener hijos. En ese contexto, encarecer los anticonceptivos parece contradictorio.
¿De verdad van a nacer más bebés por subir el precio de los condones?
La gran pregunta es si el Ejecutivo espera algún efecto demográfico. Los datos invitan al escepticismo. Un informe de IndexBox estima que en 2020 se consumieron cerca de 5.400 millones de condones en China, una cifra que da idea de su uso generalizado.
Para Qian Cai, investigadora de la Universidad de Virginia, podría ser peor el remedio que la enfermedad, ya que una subida de precios podría reducir el acceso a anticonceptivos entre las capas más pobres. Pero advierte del riesgo colateral: "Podría generar más abortos y un aumento de los costes sanitarios".
Otros expertos dudan de que el impuesto tenga impacto real en la natalidad. "Es poco probable que el impuesto en sí tenga un efecto notable2, explica Yuan Mei, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Administración de Singapur, en declaraciones a TIME.