Un país de Europa pone coto a la venta de búnkeres a particulares
El Ministerio de Defensa de la República Checa solo contempla excepciones a su nueva normativa si el destinatario es un ayuntamiento, para los que será gratis.

El Gobierno checo ha decidido poner fin a los regalos de búnkeres a particulares. A partir de ahora, solo los ayuntamientos podrán recibir estas construcciones sin tener que pagar, y siempre que el destino sea su apertura al público. El Ministerio de Defensa ha dado este paso tras años de entregas polémicas, en las que ciudadanos y empresas se han quedado gratis con estos fortines y, en algunos casos, los han vendido con grandes beneficios. Ha sido el periódico checo Seznam Zprávy, que ha revelado los detalles de la compraventa de medio centenar de construcciones entre 2018 y 2020.
Muchos de estos búnkeres se construyeron antes de la Segunda Guerra Mundial como parte de la defensa del país. En los últimos años, Defensa los fue entregando a quienes ya eran dueños del terreno o a quienes mostraban interés, sin pedir dinero a cambio. Entre los casos detectados, uno de cada cinco terminó en manos de un propietario diferente, a veces con traspasos dentro de la misma familia, pero otras veces mediante la reventa. El cambio de rumbo del ministerio busca cortar ese mercado de segunda mano.
Uno de los ejemplos más sonados se registró en Králíky, donde una pareja de granjeros recibió gratis un búnker de tres plantas, valorado en más de medio millón de euros. Los Podzimka, que ya tenían el terreno, lo cambiaron con el ayuntamiento menos de dos años después. A cambio, consiguieron seis hectáreas de tierras de cultivo y, además, cobraron 110.000 coronas como compensación. La familia asegura que no quería la construcción, sino suelo para poder trabajar, y el alcalde justificó la operación como una forma de preservar el patrimonio militar de la zona y evitar reformas “con ventanas de plástico”.
De regalo a negocio
Casos similares se han dado en otros puntos del país. En el pueblo de Kubšice, un vecino vendió por 159.000 coronas el búnker que había recibido gratis un año antes. En Oblekovice, otro propietario traspasó uno parecido por 139.000. También hubo movimientos entre empresas: una cooperativa se quedó con tres búnkeres y al año siguiente los vendió junto con otras propiedades a una firma vinculada, por 8,6 millones. El mismo administrador firmó como comprador y como vendedor.
Defensa asegura que estas cesiones empezaron en 2005 con un decreto todavía en vigor, pero que ya solo se aplican en situaciones muy puntuales: cuando el refugio está en mal estado, nadie lo compra o mantenerlo sale demasiado caro. En esos casos, si el edificio se encuentra en una finca privada, el dueño del suelo tiene preferencia para quedárselo. Pero eso no significa que se le regale sin más.
El Ministerio de Finanzas, que también aprueba estos traspasos, descarta prohibirlos por ley. Explica que un veto general violaría la normativa sobre el patrimonio del Estado. Aun así, reconoce que otras instituciones públicas sí imponen condiciones. Por ejemplo, si ceden un inmueble a una asociación o a un ayuntamiento, exigen que no se pueda vender durante los siguientes diez o veinte años. En el caso de los búnkeres, esas cláusulas no se incluyen.
A pesar de eso, ambos ministerios han decidido cerrar la puerta a más regalos a particulares. El Ministerio de Defensa ya ha anunciado que no prepara nuevas cesiones de este tipo a ciudadanos ni empresas. Solo contempla traspasarlos a ayuntamientos, con la condición de que se abran al público y se integren en algún proyecto de interés general.