Casi el 25% de los hombres de parte de Asia reconocen haber violado alguna vez
Cerca de un cuarto de los hombres en la región de Asia-Pacífico reconoce haber cometido una violación y en la mayoría de las ocasiones ha quedado impune, según un estudio difundido por la ONU.
Entre el 72 y el 97% de los que admitieron haber cometido una violación no fueron juzgados, de acuerdo con la encuesta realizada a 10.000 hombres en nueve lugares en Bangladesh, Camboya, China, Indonesia, Sri Lanka y Papúa Nueva Guinea.
"¿Por qué algunos hombres usan la violencia contra las mujeres y cómo podemos prevenirlo?" se titula el informe realizado en colaboración por diversas agencias de Naciones Unidas con el objetivo de buscar formas de combatir esta lacra social.
"Este estudio reafirma que la violencia en contra de las mujeres se puede prevenir, pero no inevitable", señaló en un comunicado James Lang, coordinador del programa "Partners for Prevention" de la ONU encargado del informe.
Según los autores del estudio, la prevalencia de la cultura machista, la desigualdades sociales y la discriminación en Asia alimentan los abusos y la violencia contra mujeres y niñas, en muchos casos esposas o familiares, educadas para ser sumisas.
SE CREEN EN EL DERECHO
En torno al el 80% de los hombres que admitieron haber violado en Bangladesh y China respondió que tenía derecho a mantener relaciones sexuales sin el consentimiento de la mujer.
Cerca del 4%, oscilando entre el 1 y el 14% dependiendo del lugar en Asia-Pacífico, reconoce haber cometido una violación en grupo.
Los hombres empiezan a usar la violencia contra las mujeres o niñas desde edades muy tempranas, con el 23% de los encuestados en Boungainville (Papúa Nueva-Guinea) y el 16% en Camboya menores de 14 años cuando cometieron su primer crimen sexual.
Por otra parte, el 65% de los abusadores encuestados en Papúa Nueva Guinea y China admitió que había sufrido abusos o abandono cuando eran niños, en cuyo caso se multiplicaba por dos la probabilidad de utilizar la violencia sexual contra su pareja.
Los autores del estudio recomiendan criminalizar la violación en el matrimonio y crear programas que aborden el abuso infantil y eduquen a los jóvenes en salud sexual, la igualdad y el sexo consentido como medidas de prevención.