Vecinos de un pueblo alemán 'festejan' el incendio provocado de un albergue de refugiados

Vecinos de un pueblo alemán 'festejan' el incendio provocado de un albergue de refugiados

Un hotel habilitado para albergar a refugiados en Bautzen (este de Alemania) quedó seriamente dañado por un incendio presuntamente intencionado, ocurrido la pasada madrugada mientras grupos de vecinos festejaban sin reparos ante el edificio los destrozos provocados por las llamas.

El origen del incendio, desatado pasadas las tres de la madrugada, está por esclarecer y se investiga en todas direcciones, aunque se parte de la base de que fue provocado, indicaron este domingo fuentes policiales.

Ante el edificio, un antiguo hotel que ha sido habilitado para albergar a asilados a partir del próximo marzo, se habían apostado grupos de vecinos, muchos de ellos alcoholizados, que según la fuente policial festejaban "de modo inequívoco" lo que ocurría ante sus ojos.

La policía detuvo temporalmente a tres hombres de entre 19 y 20 años por interferir en el trabajo de los bomberos desplazados al lugar.

Los incendios en dependencias destinadas a acoger a refugiados, ya habitadas o en construcción, se han sucedido en los últimos meses, muchos de los cuales de forma provocada supuestamente para impedir la llegada de éstos a la correspondiente población.

El caso más relevante fue, el año pasado, el de un albergue en construcción en Tröglitz, también en el este del país, que quedó destruido, tras meses de protestas neonazis contra la llegada a esa población de refugiados.

PRECEDENTES

El incendio de anoche sigue al acoso registrado el pasado jueves en la localidad de Clausnitz -en el "Land" de Sajonia como Bautzen-, cuando un centenar de ciudadanos bloquearon durante horas el autocar en que viajaba un grupo de asilados en dirección a su albergue.

El primer ministro de Saonia, Stanislaw Tillich, de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que lidera la canciller Angela Merkel, condenó como "hechos abominables" tanto los incidentes de Bautzen como el acoso a los refugiados de Clausnitz.

La policía local de esta población defendió ayer su proceder, ante las múltiples críticas del estamento político y en las redes sociales imputándole connivencia o ineficacia frente a los alborotadores.

Un portavoz policial responsabilizó parcialmente a los propios refugiados de lo ocurrido y afirmó que algunos de éstos habían hecho gestos provocadores desde el vehículo a los vecinos del lugar.

El autocar con los asilados, un grupo de unas 25 personas que incluía mujeres y niños, se encontró con la calle bloqueada por coches cruzados sobre la calzada, mientras grupos de ciudadanos les insultaban y les increpaban con la frase "Nosotros somos el pueblo".

La frase es la consigna que, en 1989, se convirtió en emblemática de los ciudadanos germano-orientales que salían a la calle todos los lunes reclamando democracia en la Alemania comunista, pero que ahora se ha apropiado la ultraderecha xenófoba.

En las imágenes difundidas estos días en las redes sociales se ve a los refugiados -hombres, mujeres y niños- atemorizados dentro del autocar, entre escenas de miedo y llantos.

En un vídeo se ve a uno de los agentes tratando con dureza a un menor y, según medios alemanes, se produjeron situaciones tensas y malos tratos en otros casos, incluido el de una mujer.

Pasaron varias horas hasta que el grupo de refugiados pudo llegar al albergue de Clausnitz.

La llegada incesante de refugiados a Alemania -unos 1,1 millones recibió el país el año pasado- ha disparado las agresiones a refugiados y ataques contra albergues, ya habitados o en construcción.

Sajonia es un bastión tradicional de la ultraderecha y su capital, Dresde, la ciudad donde nació el movimiento de los Patriotas de Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida).

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MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora centrada en Global y trato de contar el mundo de forma didáctica y crítica, con especial atención a los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos.

 

Sobre qué temas escribo

Mi labor es diversa, como diverso es el planeta, así que salto de Oriente Medio a Estados Unidos, pero siempre con el mismo interés: tratar de entender quién y cómo manda en el siglo XXI y cómo afectan sus decisiones a la ciudadanía. Nunca hemos tenido tantos recursos, nunca hemos tenido tanto conocimiento, pero no llegan ni las reformas ni la convivencia prometidas. Las injusticias siempre hay que denunciarlas y para eso le damos a la tecla.

 

También tengo un especial empeño en la actualidad europea, que es la que nos condiciona el día a día, y trato de acercar sus novedades desde Bruselas. En esta ciudad y en este momento, la defensa es otra de las materias que más me ocupan y preocupan.

 

Mi trayectoria

Nací en Albacete en 1980 pero mis raíces son sevillanas. Estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla, donde también me hice especialista en Comunicación Institucional y Defensa. Trabajé nueve años en El Correo de Andalucía escribiendo de política regional y salté al gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa, en Madrid. En 2010 me marché como freelance (autónoma) a Jerusalén, donde fui corresponsal durante cinco años, trabajando para medios como la Cadena SER, El País o Canal Sur TV.

 

En 2015 me incorporé al Huff, pasando por las secciones de Fin de Semana y Hard News, siempre centrada en la información internacional, pero con brochazos de memoria histórica o crisis climática. El motor siempre es el mismo y lo resumió Martha Gellhorn, maestra de corresponsales: "Tiro piedras sobre un estanque. No sé qué efecto producen, pero al menos yo tiro piedras". Es lo que nos queda cuando nuestras armas son el ordenador y las palabras: contarlo. 

 

Sí, soy un poco intensa con el oficio periodístico y me preocupan sus condiciones, por eso he formado parte durante unos años de la junta directiva de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) España. Como también adoro la fotografía, escribí  'El viaje andaluz de Robert Capa'. Tuve el honor de recibir el XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla por mi trabajo en Israel y Palestina y una mención especial en los Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2007). He sido jurado del IV Premio Internacional de Periodismo ‘Manuel Chaves Nogales’.

 

 


 

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