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El avispero andaluz

28-F: el ecosistema político sureño calienta motores para las siguientes elecciones con muchas incertidumbres.

Juanma MorenoINSTAGRAM / JUANMA MORENO

“Los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos, hombres de luz que a los hombres alma de hombres les dimos…” Andalucía celebra un 28-F diferente, con los duros coletazos de la tercera ola, y preparándose para ser la próxima y decisiva batalla electoral. Aunque quedan casi dos años para la llamada a las urnas (teóricamente en diciembre de 2022 si no hay adelanto), en los cuarteles generales en Sevilla (y en Madrid) se preparan ya.

Andalucía es un ecosistema político complejo, con especial importancia para los partidos a nivel nacional al ser la comunidad más poblada. Siempre es clave para lograr una victoria en las generales. Tiene una de las administraciones autonómicas más densas y es una autonomía en la que los propios partidos están fragmentados en familias, pesando mucho el papel de los alcaldes. El Palacio de San Telmo bien vale una misa. Y las relaciones de Madrid y sus divisiones en Sevilla en todos los partidos siempre son muy complicadas. Puros avisperos.

Andalucía ha sido en los últimos años el escenario de tendencias políticas nacionales como la caída del socialismo que olía a vieja guardia, el modelo de un PP centrado capaz de llegar al poder, la primera irrupción de Vox en un Parlamento regional o las luchas cainitas dentro de Unidas Podemos.

Juanma Moreno (PP) logró llegar de manera histórica a San Telmo hace dos años rompiendo cuarenta años de dominio absolutísimo del socialismo andaluz. Todo eran dudas entonces, pero el malagueño ha conseguido hacerse fuerte en su papel, en ese doble juego de contentar a Vox y a la vez no hacer mucho ruido (o ayusadas) en una comunidad que siempre se ha declinado por la izquierda. “Se está consolidado porque está ahí como que no molesta”, dice un dirigente del PSOE andaluz.

  Moreno y Marín (Cs)EFE

Y las sensaciones en el PP andaluz, según fuentes consultadas, es que no sólo conseguirá revalidar dentro de dos años el trono sevillano, sino que además logrará ser la primera fuerza política en votos y escaños esta vez. Los sondeos apuntan en esa dirección. Uno publicado hace un mes por ABC, con motivo de los dos años del Gobierno de PP y Cs, refleja que los populares ganarían (con un 26,3% de votos) por encima del PSOE-A (25,2%). Vox iría hacia arriba y se convertiría en la tercera fuerza de la autonomía (15,9%). Cs bajaría a la quinta posición, con un 10,4%, en tanto que UP sería cuarto (10,9%) y el nuevo partido de Teresa Rodríguez se quedaría sexto (4,2%).

Con estas cartas sobre la mesa, PP, Cs y Vox volverían a tener mayoría absoluta en el Hospital de las Cinco Llagas -sede del Parlamento andaluz-, pero esta vez la ultraderecha sería segunda en este lado y podría exigir su acceso al Ejecutivo de Moreno. Por lo tanto, podría ser la primera vez que en un Gobierno autonómico entran los de Santiago Abascal. Todo está abierto, incluso el propio futuro de Ciudadanos durante los dos próximos años. En el Partido Popular quieren una absorción, y el propio vicepresidente andaluz y ‘número uno’ regional de Cs, Juan Marín, abrió la puerta a una lista conjunta en 2022. Pero a los pocos instantes la cerró desde Madrid Inés Arrimadas. La jerezana y el de Sanlúcar no tienen precisamente buena sintonía.

El PP se consolida como la primera fuerza en las encuestas y Vox sube con un Cs a la baja

A pesar de las escenificaciones y los órdagos, Juanma Moreno ha podido acordar las principales leyes y los presupuestos con la ultraderecha de Vox. Ahora los de Abascal se han puesto firmes diciendo que no van a negociar nada hasta que no haya pin parental, pero está por ver el alcance de esas palabras de un partido descabezado tras la marcha del juez Serrano por sus escándalos. En el Gobierno andaluz confían en sacar adelante sus principales normas durante estos dos años. Pero siempre está la posibilidad de adelantar las elecciones y pillar desprevenidos a los enemigos.

Moreno pacta con Vox, aunque luego ha logrado proyectar una imagen de barón moderado. Fue uno de los que por debajo trabajó más para quitar de primera línea a Cayetana Álvarez de Toledo y se alinea internamente este ‘sorayista’ con otros presidentes como Alberto Núñez Feijóo (Galicia) y Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León), quienes han reclamado durante meses una vuelta al centro de Génova 13. Recelan del tipo de política de Isabel Díaz Ayuso, pero no quieren decir palabras altas en público contra ella. Su opinión es que Madrid no es el resto de España y que los códigos son diferentes a la polarizada vida de la villa y corte.

Se busca sustituto para Díaz en el PSOE

Moreno resiste bien porque la oposición es casi inexistente. Susana Díaz ejerce esa labor al frente del PSOE-A, pero sus horas parecen contadas en la calle de San Vicente. Ella insiste: se va a presentar a las primarias para ser la candidata pero ni muchos en el socialismo andaluz ni en Ferraz la quieren como cabeza de cartel. Empezando por el mismo Pedro Sánchez, aunque ella venda ahora que es la más pedrista de España y diga que hay buena relación con Ferraz.

  Susana Díaz, en un acto de homenaje a Blas InfanteFLICKR / PSOE-A

La hora de la verdad llegará en el congreso autonómico, previsto para después del nacional de octubre y antes de que acabe este mismo 2021. “Habrá batalla”, apuntan desde Ferraz. Los críticos con Díaz trabajan ahora en las sombras para buscar el mejor perfil para ir a las elecciones y liderar una nueva etapa al frente del anteriormente todopoderoso PSOE andaluz. Pero todo el mundo sabe que hay que esperar a que se pronuncie Pedro Sánchez.

En esta competición son varios los nombres que están encima de la mesa. Va por rachas. El efecto Illa en Cataluña ha despertado otra vez la apuesta por María Jesús Montero (ella insiste en público y en privado que está centrada en Hacienda y que no prevé volver a Sevilla). Otra figura es la del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, un hombre templado que podría atraer a votantes del centro también. La parte de Lastra siempre tiene mimo por el jienense Felipe Sicilia, de la misma provincia que la candidatable Ángeles Ferriz. Una elección en la que también tendrán mucho que decir algunas de las personas que susurran al presidente: Carmen Calvo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Quico Toscano y Paco Salazar.

La izquierda está más fragmentada que nunca

Y más a la izquierda el lío ya se montó, con el ‘divorcio’ entre Pablo Iglesias y Teresa Rodríguez. Por un lado, Podemos e IU se unen, como a nivel nacional, en Unidas Podemos, operación que están comandando Martina Velarde y Toni Valero. Esta apuesta, además, supone un giro a la política llevada a cabo y se abre a gobernar con el PSOE andaluz a partir de las próximas elecciones autonómicas dejando atrás “la marca tóxica”, como dicen, que suponía Adelante Andalucía. En cambio, el sector anticapitalista busca la refundación en un partido de corte andalucista bajo el paraguas de ‘Andalucía no se rinde’ (junto a Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista).

El sur está más animado incluso que el Congreso de los Diputados. Y de celebración con el 28-F.