Japón y la UE defienden un Indopacífico "libre y abierto" ante el auge de China

Japón y la UE defienden un Indopacífico "libre y abierto" ante el auge de China

La región tiene una tendencia "próspera", pese al "teatro de tensiones" que hay en la actualidad, con los conflictos por el Mar de China o las amenazas de Corea del Norte.

Japón y la Unión Europea (UE) defendieron esta madrugada un “Indopacífico libre y abierto” frente al auge militar de China en la región, en la que los Veintisiete aspiran a ser “más activos”, según dijeron los representantes de ambas potencias en una cumbre.

El primer ministro nipón, Fumio Kishida, y los presidentes del Consejo Europeo, Charles Michel, y de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lanzaron este mensaje a Pekín en una declaración conjunta tras reunirse este jueves en la capital japonesa.

Los líderes de Japón y de las instituciones comunitarias también se comprometieron a estrechar su cooperación para aplicar “fuertes sanciones” a Rusia por su invasión de Ucrania y para llevar ante la justicia a los responsables de los “crímenes de guerra” cometidos en ese conflicto, durante la vigésimo octava cumbre celebrada entre ambas partes.

Kishida, Michel y Von der Leyen ensalzaron los “valores compartidos” entre ambas potencias y destacaron la necesidad de “profundizar su colaboración” ante los desafíos más acuciantes “al orden internacional y al multilateralismo”, entre los que destacaron la agresión rusa y la “asertividad de China”.

“Queremos profundizar nuestras consultas sobre una China más asertiva”, dijo Michel, quien afirmó que el gigante asiático “debería respaldar un sistema multilateral del que se ha beneficiado”.

El Indopacífico “es una región cada vez mas próspera pero con tensiones crecientes”, destacó por su parte Von der Leyen, quien señaló en concreto los continuos test armamentísticos de Corea del Norte y el mayor perfil militar de China.

Los Veintisiete buscan “un papel más activo” y “más responsabilidad” en una región que considera “vital para su prosperidad”, añadió la presidenta de la Comisión Europea.

Kishida señaló en la misma línea que tanto Japón como la UE “discutirán conjuntamente cualquier intento de cambiar el statu quo o de coerción económica” en la zona, con vistas a promover un Indopacífico “libre y abierto”.

El líder nipón y los responsables de la UE mostraron así su alineamiento con la estrategia acuñada por Tokio y Washington para contrarrestar el creciente peso geoestratégico de China y el aumento de sus actividades marítimas militares en la región.

En cuanto a Rusia, que fue el otro tema principal en la agenda del encuentro, Japón y la UE recalcaron su voluntad de seguir coordinando sus medidas punitivas sobre Moscú en el marco del G7, así como de continuar ofreciendo a Ucrania asistencia humanitaria, logística y militar (aunque Tokio sólo envía equipamiento no letal).

“La agresión de Rusia sacude todo el orden internacional y no puede tolerarse”, enfatizó Kishida.

Una zona clave: el Indopacífico es esencial en la economía del planeta, pues la libertad de navegación es clave en una zona estratégica por la que circula el 30% del comercio mundial. La región indopacífica alberga las dos naciones más pobladas del mundo: China e India, y sumando a otros países como Indonesia, acoge a más de la mitad de la población mundial. Representa cerca de la mitad de la producción económica del planeta, albergando la segunda y la tercera economía mundial (esto es, China y Japón), además de India, que crece rápidamente, y Corea del Sur, que continúa en el top ten de las economías más grandes del mundo.

China ha sido acusada en los últimos años de aumentar la presión en torno a territorios en disputa en el Indo-Pacífico: reclama como propia casi la totalidad del mar de China Meridional y ha construido en la zona infraestructuras complejas, desde ciudades a pistas aéreas o instalaciones turísticas y de uso militar, en islas artificiales. Pese a ello, se trata de aguas que también son reclamadas por países como Filipinas, Vietnam, Taiwán, Malasia y Brunéi, lo que ha creado una disputa sobre numerosas islas, arrecifes y sus respectivas aguas colindantes que lleva décadas sin resolverse. Cada día cobra más peso por la extensión del problema y lo delicado de la ubicación de estos enclaves.