Polonia envía miles de militares a la frontera y Bielorrusia insinúa que busca una guerra

Polonia envía miles de militares a la frontera y Bielorrusia insinúa que busca una guerra

Europa, pese a la crisis que tiene abierta con Varsovia, garantiza todo su apoyo al país y a la región báltica ante este "brutal ataque híbrido".

Las autoridades de Polonia han aumentado sus efectivos militares en la frontera con Bielorrusia ante lo que ya denominan una “amenaza” a la seguridad del país propiciada por la llegada masiva de inmigrantes apoyada por el régimen de Minsk.

El coronel Marek Pietrzak, portavoz de las Fuerzas de Defensa Territorial polacas, anunció que hay 8.000 efectivos de este cuerpo de voluntarios “listos para movilizarse de inmediato”, en lo que constituye un paso más en el despliegue de fuerzas en una zona a la que se ha prohibido el acceso.

Mientras, el presidente polaco, Andrzej Duda, ha hecho un llamamiento a la cooperación de todas las fuerzas políticas del país para afrontar lo que ha llamado “un asunto demasiado serio para hacer política” y calificó como “ataque sin precedentes” por parte de Bielorrusia.

El primer ministro, Mateusz Morawiecki, asegura que Polonia “no se dejará intimidar” y “defenderá la paz en Europa” con sus “socios” de la Unión Europea (UE) y la OTAN.

Bruselas ya ha prometido incrementar sus sanciones contra el régimen de Aleksander Lukashenko y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, expresó este martes su apoyo a Varsovia en esta crisis.

Bielorrusia, por su parte, advirtió a Polonia que no debe, bajo ninguna justificación, usar la fuerza contra los migrantes que se encuentran en la zona fronteriza entre ambos países. Muestra de la preocupación que suscita la situación en la frontera es que el Parlamento polaco comenzó este martes una sesión extraordinaria para abordarla.

El dictador bielorruso, Alexánder Lukashenko, ha avisado de que, en realidad, Polonia lo que busca es una guerra y alerta de si se desata una contienda, “Rusia se vería inmediatamente envuelta en este torbellino y es la mayor potencia nuclear”.

″¿Luchar contra los migrantes con tanques Leopardo? Perdóneme. Ustedes y yo, los propios militares, comprendemos lo que es hoy librar una guerra contra estas desafortunadas personas en la frontera entre Polonia y Bielorrusia lanzando columnas de tanques. Está claro que esto es una especie de entrenamiento o es directamente un chantaje”, afirmó Lukashenko en una entrevista emitida por las televisiones bielorrusas con el director de la revista rusa Defensa Nacional, Ígor Korotchenko. Según el presidente bielorruso, “tomar así las armas en un mundo moderno, especialmente en el centro de Europa, es mortífero”.

Las autoridades fronterizas polacas informan de la concentración de 800 personas junto al límite entre los dos países y en imágenes hechas públicas por el Gobierno se puede ver cómo decenas de personas, entre ellas muchos niños, se han instalado en campamentos en la zona. Varios medios internacionales hablan de hasta 4.000 personas atrapadas en la frontera.

Varias decenas de migrantes han atravesado en la noche de este martes de un país a otro, al conseguir romper las vallas cercanas a los municipios polacos de Krynki y Bialowieza, según ha informado un portavoz de la fuerzas fronterizas de Polonia a la emisora local de la ciudad Bialystok. En ambos casos, los migrantes han derribado las vallas y se han vivido momentos de violencia, mientras algunos de los que han intentado cruzar han sido interceptados y devueltos a territorio bielorruso y otros han conseguido huir.

Hasta nuevo aviso

El Gobierno polaco decretó este martes y “hasta nuevo aviso” el cierre al tráfico civil de las carreteras de la zona donde se produjeron esos incidentes, una medida aún más estricta que el estado de emergencia vigente desde el 2 de septiembre en los casi 200 municipios fronterizos con Bielorrusia.

Sin embargo, el portavoz del Gobierno, Piotr Müller, afirmó que no hay intención de introducir la ley marcial.

Además, puntualizó Müller, mientras se estén llevando a cabo los trabajos de construcción de un muro en los 420 kilómetros de frontera que comparten Polonia y Bielorrusia, seguirán aplicándose restricciones al acceso y circulación de civiles en la zona.

Varsovia ya tiene desplegados a más de 12.000 efectivos, entre militares y guardias fronterizos, pero este número se está incrementando con el traslado desde varias ciudades de policías y la llegada inminente de unos mil voluntarios de la Fuerza de Defensa Territorial.

Según los datos del Gobierno polaco, en lo que va de año se han registrado unos 30.000 intentos de cruzar ilegalmente la frontera desde Bielorrusia, más de la mitad de ellos durante el último mes.

Tanto Polonia como Lituania y Letonia acusan a Minsk de permitir e instigar la llegada a la frontera de ciudadanos de Irak, Afganistán y Siria, entre otros países, con la promesa de poder entrar en la Unión Europea. La decisión de abrir las fronteras ha sido vista por muchos como una represalia por las sanciones impuestas desde Bruselas contra el Gobierno de Lukashenko a raíz de la crisis postelectoral que siguió a las elecciones de agosto de 2020.

Algunos miembros del Gobierno aseguran tener constancia de la existencia de redes ilegales que, a cambio de dinero, transportan a grupos de migrantes hasta la zona fronteriza e incluso les proporcionan números de teléfono de periodistas y organizaciones humanitarias para facilitarles su infiltración, pero las restricciones de acceso a la zona hacen difícil confirmar este tipo de información.

Sin provisiones, con frío

Debido a las bajas temperaturas, la falta de provisiones y protección, al menos diez refugiados han muerto en la frontera en los últimos dos meses.

Al contrario que Letonia y Lituania, Polonia ha rehusado hasta el momento la asistencia de la agencia europea de fronteras Frontex.

Con su actitud y sus declaraciones, el Gobierno polaco ha dejado claro que desde su punto de vista no se trata tanto de una crisis humanitaria como de una “guerra híbrida” en la que los civiles están siendo utilizados como instrumentos para desestabilizar a Europa y las fronteras de la UE, en represalia por las sanciones adoptadas contra el régimen de Lukashenko.

“Ataque híbrido”

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, prometió ayer también el apoyo de la Unión Europea a los países bálticos y a Polonia ante el “brutal ataque híbrido” procedente de Bielorrusia a las fronteras exteriores comunitarias.

“Nos enfrentamos a un brutal ataque híbrido”, afirmó Michel en un acto en la Fundación Konrad Adenauer de Berlín, ante la reunión que mantendrá hoy en Varsovia con Morawiecki.

Bielorrusia está practicando una “instrumentalización cínica el dolor y la angustia de los migrantes” concentrados en las fronteras de esos países para presionar sobre la UE, apuntó. La respuesta ante ese desafío será el “todos para uno y uno para todos”, garantizó, ya que las fronteras polacas y bálticas “son fronteras de la UE”.

Michel recordó al respecto la condena expresada por el último Consejo Europeo y la petición a la Comisión para que proponga “medidas precisas” para que Bielorrusia se atenga a sus obligaciones internacionales y los derechos fundamentales.