Tensión entre China y EEUU tras el envío de barcos de guerra al Mar de China Meridional

Tensión entre China y EEUU tras el envío de barcos de guerra al Mar de China Meridional

Washington no reconoce la soberanía de Pekín en esa zona, disputada por varios países.

Foto de archivo del destructor de misiles estadounidense USS Stethem entrando en el puerto militar de Shanghai.AFP

China ha enviado barcos militares y aviones de combate al Mar de China Meridional tras la incursión este domingo de un destructor de misiles estadounidense cerca de las islas Xisha. EEUU no reconoce la soberanía de Pekín en esa zona, disputada por varios países.

El portavoz de Exteriores chino, Lu Kang, ha señalado en un comunicado que el objetivo "poner sobre aviso al destructor estadounidense".

La maniobra se produce tras la incursión de un destructor de misiles estadounidense en una zona que el país asiático considera bajo su soberanía. "China insta a los EEUU a poner fin de inmediato a este tipo de operaciones provocativas que violan la soberanía de este país y amenazan su seguridad", ha agregado.

El destructor lanzamisiles USS Stethem pasó a menos de 12 millas náuticas (22 km) de la isla Triton en el archipiélago de las Paracel, territorio que también es reivindicado por Taiwán y Vietnam, ha indicado en Washington un funcionario norteamericano.

Lu ha calificado la incursión de "pretexto bajo la libertad de navegación" sin la aprobación previa de China, y ha subrayado que las islas son "parte inherente del territorio chino", de acuerdo con la Ley de la República Popular de China sobre el Mar Territorial y la Zona Contigua, promulgada en 1996.

"Este comportamiento constituye una seria provocación política y militar. China está insatisfecha y se opone a ella", ha declarado. El portavoz gubernamental ha acusado a Washington de actuar en la dirección opuesta al resto de países de la región que "aspiran a la estabilidad, desarrollo y cooperación".

UNA ZONA CON RESERVAS DE GAS Y PETRÓLEO

Es la segunda operación de este tipo desde la llegada al poder de Donald Trump. La primera fue el 25 de mayo en el archipiélago Spratly, más al sur. Buscan reafirmar la libertad de navegación e impugnar la soberanía de cualquier país en estas aguas, a la espera de una solución diplomática que dirima el tema.

Pekín reivindica la casi totalidad del mar de China Meridional, que comprende zonas muy cercanas a las costas de otros países del sureste asiático, y ocupa el archipiélago Paracel y varios islotes del archipiélago Spratly, que fueron ampliados artificialmente para albergar potenciales bases militares.

Se trata de una zona estratégica que alberga importantes reservas de gas y petroleo.Washington no acepta las anexiones de islotes chinas, práctica que también usan otros países de la región, y aboga por una solución diplomática a estos diferendos.

La Corte de arbitraje de La Haya consideró ilegales en 2016, a petición de Filipinas, las reivindicaciones de Pekín sobre buena parte del mar de China Meridional.

XI Y TRUMP HABLAN POR TELÉFONO

El presidente de China, Xi Jinping, ha mantenido este lunes una charla por teléfono con el de EEUU, Donald Trump, en la que han tratado los temas de Taiwán, Corea del Norte y la próxima cumbre de líderes del G20. La conversación ha tenido lugar pocas horas después de que China enviara los buques militares pero no se sabe si los líderes hablaron sobre este asunto.

Xi ha manifestado su confianza en que Washington mantenga su respeto al principio de una sola China, después de que la semana pasada el Departamento de Estado de EEUU autorizase la venta de armas a Taiwán por valor de 1.400 millones de dólares.

Han reafirmado también su compromiso por la desnuclearización de la península coreana. China asegura que está haciendo todo lo posible para que Pyongyang cumpla con las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU y pide volver a la mesa de negociaciones.

También han comentado la cumbre del G20 que tendrá lugar los próximos viernes y sábado en Hamburgo (Alemania). El presidente chino ha recalcado que Pekín y Washington deberían hacer esfuerzos conjuntos para promover que estas citas generen más resultados en la revitalización de la economía global.

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