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"Me tocaron el culo y me lamieron la cara": por el 25N preguntamos a las mujeres sobre sus peores experiencias

"Me tocaron el culo y me lamieron la cara": por el 25N preguntamos a las mujeres sobre sus peores experiencias

Salimos a las calles para preguntar a las mujeres porqué es importante seguir reivindicando el día contra la violencia de género y las experiencias que han tenido frente al machismo. "He sufrido el machismo en el trabajo. Es algo que te cambia para siempre", relata una de ellas.

Mujeres cuentan los micromachismos que sufren.
Mujeres cuentan los micromachismos que sufren.EL HUFFPOST

Una fecha que podría ser todos los días, aquella que recuerda la violencia que sufren las mujeres por el hecho de serlo. Hoy, 25 de noviembre, es el día contra la violencia de género y, por ello, desde El Huff hemos salido a la calle para preguntar a mujeres porqué sigue siendo importante reivindicar esta fecha año tras año. En especial en la actualidad con el auge de discursos antifeministas y que niegan esta realidad. Para poner en contexto, Fad Juventud publicó este lunes un avance de su Barómetro Juventud y Género 2025 que señala que el 87,1% de los jóvenes afirma haber presenciado alguna situación de violencia contra las mujeres en su círculo cercano

"Es fundamental seguir reivindicando este día y que las mujeres no nos quedemos en silencio para visibilizar que seguimos sufriendo los micromachismos y machismos", señala una de las mujeres ante los micrófonos de este periódico. Otra recuerda algo que parece obvio, pero que muchos olvidan día tras día, y es que "las mujeres nunca deben ser violentadas" y critica que la lucha sólo se recuerde en determinadas fechas a lo largo del año: "No debería ser un día en especial, sino que tiene que ser siempre".

Más allá de la violencia física, muchas denuncian las formas más sutiles, pero también de dañinas. Las que protagonizan sus días tanto en el hogar, como en el trabajo, la universidad o incluso con sus más allegados. "La violencia de género también se esconde en los micromachismos, en los actos más pequeños que no se ven a simple vista", explica una estudiante de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, que relata cómo en sectores masculinizados las mujeres siguen siendo cuestionadas. "Parece que las mujeres sólo podemos desempeñar nuestra labor en lugares como la cultura, educación o sanidad, pero también debemos llegar a Defensa o Interior y eso hay muchos que les cuesta de entender". La noche, por otro lado, sigue siendo un lugar hostil para la mayoría, donde ellas mismas y muchas de las amigas que conocen han vivido circunstancias insoportables. "Mientras no haya un cambio estructural en la sociedad nunca va a haber 100% de seguridad", lamenta.

La intersección entre género, origen y clase social también agrava las violencias que viven. Una mujer migrante señala a El HuffPost que su experiencia está atravesada por el racismo que vive por se latinoamericana: "No soy española, entonces el estar aquí en Europa me pone en una situación de otredad muy intensa. Cuando se me han acercado hombres lo hacen desde una posición racista y exotizante". Además, denuncia que los estereotipos afectan incluso al ámbito laboral, ya que ella trabaja habitualmente con extranjeros y remarca que la situación es igual que con los españoles. Sin embargo, no baja los brazos y le manda un mensaje contundente a todas las mujeres: "Hay que seguir resistiendo, el camino es largo, pero aquí estamos".

Las redes sociales y los medios de comunicación tampoco quedan al margen de la violencia que está más presente de lo que nos podemos llegar a imaginar. "Hay mucha violencia de género que se da muy oculta, a través de redes sociales y un tipo muy concreto de relación de pareja que se expone en la televisión", comenta otra mujer que señala la violencia que hay en comentarios o post que protagonizan los teléfonos móviles. No está sola, a su lado, otra mujer relata lo que ella misma sufrió a nivel de violencia machista y acoso laboral. "Psicológicamente te marca, yo lo he sufrido y a raíz de ahí soy otra persona. Desde muy joven he trabajado en logística y eso hacía que algunos compañeros hombres se creyeran con el derecho a hacernos cosas. Incluso los superiores, al poder mirarnos por encima del hombro se excedían con nosotras", recuerda con una lágrima asomándose a través de sus ojos. Todo para recordar que hay que seguir, que la violencia sigue protagonizando todos los ámbitos y que hay que seguir avanzando. 

Los espacios de ocio, la fiesta o las discotecas tampoco son seguros. "Ha sido horrible salir de fiesta, te condiciona mucho escoger qué tipo de discoteca vas a ir por el tipo de música que puedan poner, lo que te sexualice y cómo se puedan comportar contigo", relata una joven. La experiencia toma la palabra. Ella misma salió hace escasos días a una popular discoteca madrileña con su grupo de amigas. A una de ellas le tocaron el culo, algo que es más común de lo que se pueden llegar a imaginar. Con ella, se dio un paso mayor: "Me cogieron la cara y me la lamieron, que fue superdesagradable. Además, son lugares donde no puedes denunciar, donde apenas puedes alzar la voz o ponerte a discutir, entonces es algo prácticamente impune".

El recuerdo de las mujeres asesinadas está muy presente cada uno de los días que pasa. "No hay que olvidar todas las muertes que ha habido y hay que seguir dando visibilidad porque sigue pasando cada año", afirma otra entrevistada. Los insultos y humillaciones siguen siendo habituales: "Nos dicen cosas como ‘ir a fregar’. De fiesta me han tocado el culo mil veces… y estoy convencida de que eso a los hombres no les pasa". De pronto, las historias que pasan por los micrófonos de El HuffPost se unifican en vivencias similares, donde la raza, la edad, la profesión o la nacionalidad pasan a un segundo plano: todas alguna vez se han sentido infravaloradas en el trabajo por ser mujeres. todas han tenido que demostrar más que sus compañeros, a todas les han tocado el culo en alguna discoteca, todas han sufrido alguna agresión sexual, todas siguen levantando la voz para que el mundo cambie y existir deje de doler. 

Su mensaje es claro: "La igualdad es algo que nos compete a todos. Las mujeres tenemos que seguir luchando y resistiendo. Los derechos que hemos alcanzado pueden perderse con un cambio político y es algo que no podemos permitir, pero los hombres también tienen que estar a nuestro lado. La igualdad es algo que debemos construir entre todos y ellos no se pueden sentir excluidos de esto. Apóyense en sus amigas, alzad la voz, denunciad toda la violencia que sufráis. No estáis solas".