Cae la ira de Putin sobre el soldado ruso que embistió su camión contra su preciado avión de combate
Rusia ha perdido ya al menos el 10% de su flota de aviones. No está como para aguantar despistes... o ataques internos.
Un soldado ruso estrelló un camión contra uno de los preciados aviones de combate Su-25, una de las joyas de la corona del presidente Vladimir Putin, dejándolo inutilizable. No es un accidente más porque es un suma y sigue, porque ya van numerosos aviones militares que Rusia ha perdido durante la guerra en Ucrania, iniciada en febrero de 2022.
La fuerza aérea rusa ha sufrido numerosas bajas, tanto en casos de fuego amigo como como resultado de los derribos de los aviones militares de Putin por parte de las fuerzas ucranianas.
En abril de 2024, el general Christopher Cavoli, jefe del Comando Europeo de Estados Unidos, dijo a los legisladores estadounidenses que Rusia había perdido alrededor del 10% de su flota de aviones desde que Putin lanzó una invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022. Y han pasado 10 meses desde entonces.
El último siniestro ocurrió después de que un soldado de la ciudad de Chelyabinsk, en el centro-oeste de Rusia, que no tenía licencia de conducir, intentó conducir un camión ruso en la Crimea anexada ilegalmente, según los canales de Telegram Crimean Wind y VChK-OGPU, un medio de comunicación que suele tener información privilegiada de las fuerzas de seguridad rusas.
El uniformado circulaba a gran velocidad entre dos aparcamientos para aviones militares rusos en un aeródromo de Simferopol y chocó con el avión Su-25. "Los daños causados al Ministerio de Defensa ascendieron a unos 386,8 millones de rublos [casi cuatro millones de euros]", informaron los citados canales de Telegram.
El militar ruso ha sido condenado a un año de prisión condicional con un período de prueba de un año y medio, entre comentarios de que, además, pudo estrellar el camión de forma deliberada. ¿Fue un ataque interno? Es lo que dicen, sin aportar pruebas, en canales ucranianos especializados.
La pérdida se produce días después de que se informara que un bombardeo de aviones no tripulados ucranianos tuvo como objetivo la planta de aviación de Smolensk, que produce el avión de ataque terrestre Su-25 de diseño soviético, así como los misiles Kh-55 y Kh-59.
Ucrania ha intentado atacar instalaciones en Rusia que desempeñan un papel en la facilitación de los esfuerzos bélicos del país. Entre esos objetivos se incluyen aeródromos, plantas militares, depósitos y almacenes de municiones, y centros y refinerías de petróleo.
El sitio web holandés de análisis de inteligencia de defensa de código abierto Oryx ha confirmado visualmente que 235 aviones rusos han sido destruidos y 46 han resultado dañados desde el comienzo de la guerra en Ucrania.
Oryx también ha confirmado visualmente que 97 aviones ucranianos han sido destruidos desde el comienzo de la guerra, cuatro de ellos dañados y uno capturado.
Tanto Rusia como Ucrania seguirán perdiendo cantidades significativas de personal y equipo militar en la guerra, que este mes cumple su cuarto año. El presidente estadounidense, Donald Trump, se ha comprometido a poner fin al conflicto y a mediar en las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania.
