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EEUU quiere estudiar cinco años de tus redes sociales para dejarte entrar en el país

EEUU quiere estudiar cinco años de tus redes sociales para dejarte entrar en el país

Los turistas de 42 países amparados por un programa de exención de visas tendrían que entregar el historial.

Pasajeros avanzan hacia el control de la CBP en un aeropuerto estadounidense, en un momento de revisión de los requisitos para viajar con ESTA.
Pasajeros avanzan hacia el control de la CBP en un aeropuerto estadounidense, en un momento de revisión de los requisitos para viajar con ESTA.NurPhoto

Estados Unidos ha decidido que, para entrar en el país, mejor llegues con el timeline impecable. El Gobierno de Donald Trump ha presentado este miércoles una propuesta que obligaría a los turistas de 42 países —entre ellos España, Reino Unido, Francia, Japón o Chile— a entregar un historial de cinco años de sus redes sociales antes de poner un pie en el país. Un trámite que convierte el ESTA, pensado para agilizar las visitas de hasta 90 días, en algo mucho más parecido a un control exhaustivo de fronteras versión 2.0.

La iniciativa, publicada en el Registro Federal y encabezada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), ampliaría de forma sustancial la información que Washington recopila de los visitantes acogidos al Sistema Electrónico de Autorización de Viaje. Y lo haría en pleno ciclo turístico clave: Estados Unidos espera una gran afluencia de visitantes extranjeros por el Mundial de 2026 —del que es sede junto a México y Canadá— y los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028.

La Casa Blanca defiende la medida con el mantra habitual. Cuestionado por la prensa sobre si el nuevo escrutinio podría ahuyentar turistas, Trump zanjó el asunto a su manera. Aseguró que a EE.UU. le está “yendo muy bien” y que “solo queremos que la gente venga aquí y esté segura… Queremos asegurarnos de no permitir que las personas equivocadas entren en nuestro país”. Todo dicho con la naturalidad de quien revisa una lista de invitados a una boda, pero con consecuencias para millones de viajeros.

La CBP, por su parte, insiste en que esto aún no es definitivo. Un portavoz explicó a la BBC que “no ha cambiado nada” para los viajeros actuales y que se trata simplemente de “el primer paso para iniciar un debate sobre nuevas opciones políticas que garanticen la seguridad del pueblo estadounidense”. El periodo de comentarios públicos ya está abierto y durará 60 días.

El texto propone exigir “las redes sociales de los últimos 5 años”, sin especificar si bastará con entregar nombres de usuario o si el Gobierno quiere acceso más profundo. También plantea recopilar los números de teléfono utilizados por el solicitante en los últimos cinco años y las direcciones de correo electrónico de la última década. Y añade un nuevo paquete de datos personales: nombres de familiares, fechas de nacimiento y lugares de origen. Un formulario que antes costaba 40 dólares y pedía lo justo empieza a parecer un máster en genealogía aplicada.

La idea no surge de la nada. La dirección del DHS cita la orden ejecutiva firmada por Trump en enero para “proteger a Estados Unidos de los terroristas extranjeros y otras amenazas a la seguridad nacional y la seguridad pública”. Esa línea ya llevó al Departamento de Estado a revisar la “presencia en línea” de estudiantes y trabajadores cualificados, exigiendo que los perfiles de redes sociales estén configurados como públicos. Incluso algunas embajadas —como la de EE.UU. en México— obligan a ciertos solicitantes a listar todos los identificadores usados en redes sociales durante los últimos cinco años, con una advertencia rotunda: si omites algo, te pueden denegar visados presentes y futuros.

El plan también incluye una herramienta móvil para que cualquier extranjero registre su salida del país, un viejo objetivo de Washington para controlar mejor quién entra… y quién no sale.

Las organizaciones de derechos digitales ya han levantado la mano. Sophia Cope, de la Electronic Frontier Foundation, advirtió en The New York Times de que la propuesta podría “exacerbar los daños a las libertades civiles”. Desde el sector legal, el bufete Fragomen avisó de que el aumento de requisitos podría provocar retrasos en las aprobaciones del ESTA, un problema especialmente sensible para los países que aportan más turistas al Mundial.

Y el turismo no llega precisamente boyante. El Consejo Mundial de Viajes y Turismo ha señalado que Estados Unidos es la única de las 184 economías analizadas que espera una caída del gasto internacional en 2025. A esto se suma la reducción continuada de viajes desde Canadá por el enfado con los aranceles de Trump: diez meses de descensos consecutivos en uno de los mercados más lucrativos, que antes suponía una cuarta parte del total de visitantes.

Con este telón de fondo, la elección es clara: entregar cinco años de tu vida digital… o renunciar a un viaje a Nueva York, Miami o Disney World. Washington lo vende como seguridad. Los viajeros quizá empiecen a verlo como un striptease digital innecesario. Pero, de momento, el Gobierno sigue adelante con la idea. Y la decisión final llegará justo cuando medio planeta planea viajar a Estados Unidos para animar a su selección.