EEUU planea sancionar a funcionarios alemanes por clasificar de ultra a la ultra Alternativa por Alemania
La Administración Trump sopesa continuar con la línea de castigo que aplicó al excomisario de la UE Thierry Breton, y otras figuras relacionadas con la lucha contra los bulos y contenidos ilegales en Internet; según una exclusiva de 'Deir Spiegel'. Washington no ve con buenos ojos la clasificación que permite a la Inteligencia germana monitorear a la misma AfD que apoyan JD Vance o Elon Musk.
Para unos, peligrosos censores que amenazan la libertad en la red. Para otros, adalides de la lucha contra la desinformación y los contenidos ilegales o perniciosos en Internet. Esta dicotomía ha vuelto a dar un paso más allá y en la primera de las cartas de presentación se ha añadido también a quienes ponen la etiqueta de extremista a una formación política, a pesar de ser los encargados de realizar dicho análisis. Para los otros, los segundos, son funcionarios que realizan su trabajo. Bien, los primeros conforman el Gobierno de una de las principales potencias mundiales, la Administración Trump. Los segundos son los Ejecutivos de Alemania, Francia, pero en general la propia Unión Europea.
Después de que Washington dinamitase puentes con la Vieja Europa mediante la nueva Estrategia de Seguridad Nacional, que asegura esta se enfrenta a la desaparición de su civilización, llegó la respuesta a las sanciones a multinacionales estadounidenses del sector tecnológico como X, con las declaraciones de persona non grata al excomisario europeo Thierry Breton -artífice de la comunitaria Ley de Servicios Digitales- o a Anna-Lena von Hodenberg y a su organización -responsable de HateAid-. Ahora, según una exclusiva del semanario alemán Deir Spiegel, la Administración Trump planea continuar esta línea dura sancionando a funcionarios alemanes por clasificar de ultraderecha a la formación ultra Alternativa por Alemania (AfD).
Se da la casualidad de que Washington tampoco ha escondido su apoyo a este partido, pero destacan las constantes muestras personales, con nombre y apellidos. Desde que Elon Musk -hoy en una posición discreta tras los choques con el presidente de EEUU- anunciase su bendición a Reform UK -los euroescépticos de Nigel Farage que fueron clave para conseguir el sí en el referéndum del Brexit-, también se han visto importantes muestras de apoyo a AfD desde el entorno de Trump y el movimiento MAGA. Tanto el magnate tecnológico que 'entrevistó' a su líder Alice Weidel, regalándole un altavoz de millones de usuarios en forma de X, hasta el propio 'número 2' de Trump en el Despacho Oval.
¿A qué funcionarios alemanes se sancionaría?, ¿desde cuándo están planeándolo en la Casa Blanca?
JD Vance, ya siendo vicepresidente de EEUU, pero todavía con el socialdemócrata Olaf Scholz en la cancillería federal, pronunció un duro discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich, durante el pasado febrero. Allí reclamó a los políticos alemanes la retirada del cordón sanitario a la ultraderecha y que esta entrase a gobernar en los distintos Ejecutivos. Berlín contestó lo obvio, que estaban aupando a quienes no condenaban el nazismo que hizo que el Ejército estadounidense tuviese que desembarcar en una playa bajo el nombre en clave Omaha.
Según la investigación del prestigioso rotativo alemán, que cita a exfuncionarios del Gobierno estadounidense, la Administración Trump no ha tomado la idea de repente, llevaría varios meses planeándola. Concretamente, desde que la Oficina Federal Alemana para la Protección de la Constitución -el organismo encargado de realizar esa clasificación- tomó la decisión. En esta línea, no existe una lista concreta de qué funcionarios podrían verse afectados por medidas coercitivas como la prohibición de entrada en EEUU o sanciones económicas.
"No comentamos deliberaciones internas ni proporcionamos información anticipada sobre medidas de rendición de cuentas", respondieron desde el Ejecutivo estadounidense a Deir Spiegel, sin confirmar ni desmentir la información recabada. Cabe recordar que esa catalogación también causó revuelo en la política doméstica alemana, pero la realidad es que se vive un impasse pendientes de la Justicia. Si bien esta clasificación como partido ultra permite a la Inteligencia alemana controlar a AfD, en estos momentos todo está pendiente de que se resuelva el recurso interpuesto por los de Alice Weidel.
¿Y la francesa Reagrupación Nacional?
Pero hay más. Washington no solo se estaría pensando actuar contra funcionarios alemanes, también sopesó hacerlo con franceses. Concretamente, contra jueces. Y lo hizo en un fiel reflejo del espejo de AfD en tierras galas, ante la condena contra Marine Le Pen, máxima dirigente del Reagrupamiento Nacional. El antiguo Frente Nacional que fundó su padre, Jean Marie Le Pen, 'rebautizado' tras haber expulsado a su progenitor de este. El debate surgió después de que Marine fuese condenada -todavía no es firme- por un presunto delito de malversación de fondos comunitarios. Puesto que, además de la pena de cárcel -sin ingreso efectivo- y la multa, tampoco podría presentarse a las próximas elecciones.
Lo que irrita realmente a la Administración Trump pasa por los movimientos que desactiven políticamente a ambas formaciones ultra, aunque estas emanen de un Estado de Derecho con garantías en la separación de poderes. En la renovada Estrategia de Seguridad Nacional de EEUU tampoco se escondía el apoyo a formaciones ultra que abrazan los postulados populistas del movimiento MAGA, sobre todo en cuanto a "las políticas migratorias, la censura de la libertad de expresión, el desplome de las tasas de natalidad y la pérdida de identidades nacionales y de confianza en sí mismos" o la "asfixia regulatoria".