Este el precio que pagó Israel por el último secuestrado israelí

Este el precio que pagó Israel por el último secuestrado israelí

A cambio de un solo rehén.

Recibimiento del sargento Gilad Shalit, tras el intercambio.IDF via Getty Images

En plena escalada de tensión en el que ya es considerado por Israel como su "11 de septiembre", el ataque sin precedentes de Hamás sobre territorio israelí, la gran incógnita que se abre ahora tras el control de las zonas fronterizas a la Franja de Gaza es si volverá a repetirse la escena de 2014 por la que entraron en el enclave palestino por la vía terrestre. Israel prepara la que ha catalogado como la operación militar que "va a cambiar Oriente Próximo", en palabras del mandatario israelí, Benjamín Netanyahu.

Sin embargo, la principal duda pasa por la situación de los numerosos rehenes que el movimiento insurgente ha pasado a suelo gazatí y que se espera que sean objeto de intercambios con Israel. La presencia de los secuestrados en puntos clave para Hamás -túneles clandestinos, bases de operaciones...- dificulta en suma medida la intervención militar israelí en Gaza, ante el riesgo de que sufran las consecuencias de un bombardeo o un tiroteo -Hamás también ha anunciado que asesinará un rehén por cada bombardeo sin previo aviso-.

Hay un precedente en la historia reciente de canjes entre rehenes y presos, pero su naturaleza y su resolución fue muy distinta: en 2006, fue capturado un joven recluta israelí, Gilad Shalit, a quien llevaron a Gaza. La sociedad estaba conmocionada y se hizo mucha presión para que el Gobierno facilitara las negociaciones que lograran traer con vida a Shalit de regreso a Tel Aviv. Los padres del soldado, por ejemplo, acamparon durante mucho tiempo delante de la casa de Netanyahu en Jerusalén.

¿Qué entregó Israel por un único rehén?

En un inicio, el Estado de Israel se negó a negociar con Hamás y, en su lugar, intensificó los bombardeos a Gaza. Sin embargo, la presión social de un pueblo en el que el servicio militar es obligatorio, para hombres y mujeres, y que fomenta a que las juventudes se enlisten en el Ejército, con la promesa de que no los dejarán atrás en ningún caso, provocó que Israel se sentara a negociar.

No fue hasta 2011 cuando ambas partes llegaron a un acuerdo que resultó en la liberación de más de 1.000 palestinos encarcelados por Tel Aviv a través de los años, algunos sentenciados por homicidios de ciudadanos israelíes. La vida de un joven soldado valió para que Hamás devolviera a un millar de nacionales a su territorio.