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¿Ha parado ya el ataque a Gaza? Cómo están las cosas mientras se aplica el alto el fuego

¿Ha parado ya el ataque a Gaza? Cómo están las cosas mientras se aplica el alto el fuego

El Ejército israelí confirma que "han comenzado los preparativos operativos antes de la implementación del acuerdo", mientras su Netanyahu tiene que analizar todo con sus socios. A mediodía deberían parar las armas. A esta hora, siguen las explosiones.

Mujeres palestinas caminan entre escombros, en la zona de Khan Younis, tras el anuncio de un acuerdo entre Israel y Hamás, el 9 de octubre de 2025.Ramadan Abed / Reuters

Hamás e Israel han alcanzado un acuerdo esta madrugada para implementar la primera fase de la hoja de ruta propuesta por Estados Unidos, que debería llevar al fin de la ofensiva israelí en Gaza, el retorno de los rehenes en manos del partido-milicia y la entrada de ayuda humanitaria en suelo palestino, de inicio. El día decisivo para que todo quede negro sobre blanco y firmado es este jueves, pero mientras, ¿qué está pasando? ¿Ya hay calma en Gaza? ¿Hay ataques, entran camiones, está la Cruz Roja preparando el traslado de los secuestrados?

Vayamos por partes. El jefe del Estado Mayor de Israel, Eyal Zamir, ha ordenado a primera hora de la mañana al Ejército que prepare "defensas sólidas" y esté listo para cualquier escenario de cara a la aplicación del alto el fuego. "Durante una evaluación de la situación realizada durante la noche, el Jefe del Estado Mayor ordenó a todas las fuerzas, tanto en el frente como en la retaguardia, que prepararan defensas sólidas y estuvieran listas para cualquier escenario", recogió un comunicado de las fuerzas armadas. Un llamamiento conservador, porque visto el pasado en este conflicto, viejo de 80 años, nadie puede fiarse de nadie, ni con el acuerdo en vigor, como pasó en marzo cuando Israel rompió el armisticio

Mientras todo eso llega, Zamir también ha ordenado a las fuerzas armadas que se preparen para el proceso para retornar los 48 rehenes aún cautivos en Gaza a territorio israelí. Según las autoridades nacionales, unos 20 siguen con vida. El Ejército mantendrá sus fuerzas desplegadas "de acuerdo con las directrices del estamento político y las etapas del acuerdo", recoge el comunicado. 

Más tarde, ha contado que algo se mueve: "siguiendo las instrucciones del escalón político y tras la evaluación de la situación, las FDI han iniciado los preparativos operativos previos a la implementación del acuerdo. Como parte de este proceso, se están llevando a cabo los preparativos y un protocolo de combate para la transición a líneas de despliegue ajustadas próximamente".

Se espera que las partes formalicen la firma del acuerdo a las 11 de la mañana (hora española) y entraría en vigor el armisticio. Ya por la tarde, a nuestras 13:00 horas, habrá una reunión del gabinete de seguridad de lsrael y, de seguido, otra del Gobierno en pleno, para avalar la rúbrica. Cuando todo esto esté claro, comenzará a contar el plazo de 24 horas para el primer repliegue de Israel, aunque no está claro la línea en la que deberá quedarse ahora, y cuando Tel Aviv haya completado todo el proceso con sus ministros -ultranacionalistas y religiosos que no quieren el pacto con Hamás- se abrirá el plazo de 72 horas inicial para la liberación de los secuestrados (48, de los que 20 estarían aún con vida). Por tanto, se espera que los primeros rehenes regresen entre el domingo tarde (fecha que maneja la prensa de Israel) o el lunes (fecha anunciada por Donald Trump, el presidente de EEUU). La agencia Reuters adelanta la fecha incluso al sábado. 

De forma extraoficial, se entiende que la propuesta de tregua del presidente de EEUU, recoge que el Ejército israelí deberá hacer una primera retirada de Gaza hasta la "línea amarilla" para permitir a Hamás localizar a los cautivos, según el diario israelí Haaretz. Esta línea amarilla permitiría al Ejército seguir en Gaza en un perímetro con una profundidad de entre 1,5 kilómetros (en su zona más estrecha) y 6,5 (en la más amplia) desde la frontera entre Israel y la Franja. Las tropas continuarían en cerca de la mitad del territorio gazatí.

A cambio de la liberación de los rehenes que se producirá el lunes, según Trump, Israel deberá liberar a unos 1.950 prisioneros palestinos. De ellos, unos 250 serán condenados a cadenas perpetuas en cárceles israelíes, mientras que 1.700 serán personas que fueron detenidas en Gaza durante la ofensiva. Tampoco se conocen los nombres de esa lista, entre los que está, de partida, el llamado Mandela palestino, Marwan Barghouti.

Es de esperar que en la reunión del Gobierno de Israel de esta tarde salten chispas, ya que los partidos ultranacionalistas y religiosos que sustentan a Netanyahu se niegan a avanzar en las siguientes fases. Por supuesto, dicen sí a recuperar a los rehenes, pero también a acabar con Hamás, a arrasar Gaza y a ocuparla de nuevo (los últimos colonos salieron en 2005, en tiempos de Ariel Sharon). Ya esta mañana, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha dicho en X que "inmediatamente después de que los secuestrados regresen a casa, el Estado de Israel seguirá esforzándose con todas sus fuerzas para erradicar verdaderamente a Hamás y desmilitarizar verdaderamente Gaza para que ya no represente una amenaza para Israel". 

Es la postura que se tomó en las dos treguas parciales previas, rotas ambas por Israel. Smotrich se mantuvo en el gabinete, pero no así el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, que se fue mientras las armas estaban quietas. En cuanto los bombardeos regresaron, él regresó. Hasta hoy. 

El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, que representa a los allegados de la mayoría de los secuestrados en Gaza, invitó este jueves a Trump a reunirse con ellas en Israel. "Ya sea un discurso en la plaza (conocida como "de los rehenes", en Tel Aviv), un lugar que se ha convertido en símbolo de esperanza y resiliencia del espíritu humano, una visita privada a las familias o cualquier reunión que se ajuste a su programa, haremos lo que sea necesario para hacerlo posible", señaló en un comunicado este jueves. "Simplemente necesitamos tener la oportunidad de mirarle a los ojos y expresar lo que las palabras en sí mismas no pueden transmitir plenamente: que nos devolvió a nuestras familias y, con ellas, nuestra esperanza", añadieron.

Trump llegará a Israel el domingo, recogió esta mañana el diario israelí Yedioth Ahronot, tras la firma del acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza. 

En Gaza, en estas horas, se han mezclado las celebraciones por el acuerdo con el agotamiento. Y, también, con los ataques de Tel Aviv, que no han cesado aún. La agencia AFP ha entrevistado a Mohammed al-Mughayyir, funcionario de la Defensa Civil de Gaza, quien afirma que se reportaron varios ataques israelíes tras el anuncio del acuerdo para poner fin a los combates en el enclave, incluyendo una serie de intensos ataques aéreos contra la ciudad de Gaza, "especialmente en zonas del norte". No se conoce aún balance de daños. 

Los ciudadanos insisten en medios como la BBC en que no está entrando ayuda humanitaria, ni por los pasos con Israel ni con el único que tiene la franja con Egipto, el de Rafah. Israel permitirá que 400 camiones con ayuda entren diariamente a Gaza durante los primeros cinco días tras la firma del acuerdo, ha dicho un alto funcionario palestino a este mismo medio. Antes de la guerra, la media diaria era de 500 a 600 camiones, cuando el daño no era ni medianamente parecido al actual, tanto en la parte humana como en la de infraestructuras. 

También es clave saber qué va a pasar con la movilidad de los gazatríes entre el norte y el sur, bloqueada por completo por Israel, de la que dependen cientos de miles de civiles para poder regresar a sus casas, reagrupar a sus familias y acceder a servicios médicos. 

La siguiente fase sería la más problemática y difícil, con el desarme de Hamás, la creación de una Administración de transición para proporcionar estabilización a Gaza y luego, en última instancia, la reconstrucción de una zona machacada. 

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Soy redactora centrada en Global y trato de contar el mundo de forma didáctica y crítica, con especial atención a los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos.

 

Sobre qué temas escribo

Mi labor es diversa, como diverso es el planeta, así que salto de Oriente Medio a Estados Unidos, pero siempre con el mismo interés: tratar de entender quién y cómo manda en el siglo XXI y cómo afectan sus decisiones a la ciudadanía. Nunca hemos tenido tantos recursos, nunca hemos tenido tanto conocimiento, pero no llegan ni las reformas ni la convivencia prometidas. Las injusticias siempre hay que denunciarlas y para eso le damos a la tecla.

 

También tengo un especial empeño en la actualidad europea, que es la que nos condiciona el día a día, y trato de acercar sus novedades desde Bruselas. En esta ciudad y en este momento, la defensa es otra de las materias que más me ocupan y preocupan.

 

Mi trayectoria

Nací en Albacete en 1980 pero mis raíces son sevillanas. Estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla, donde también me hice especialista en Comunicación Institucional y Defensa. Trabajé nueve años en El Correo de Andalucía escribiendo de política regional y salté al gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa, en Madrid. En 2010 me marché como freelance (autónoma) a Jerusalén, donde fui corresponsal durante cinco años, trabajando para medios como la Cadena SER, El País o Canal Sur TV.

 

En 2015 me incorporé al Huff, pasando por las secciones de Fin de Semana y Hard News, siempre centrada en la información internacional, pero con brochazos de memoria histórica o crisis climática. El motor siempre es el mismo y lo resumió Martha Gellhorn, maestra de corresponsales: "Tiro piedras sobre un estanque. No sé qué efecto producen, pero al menos yo tiro piedras". Es lo que nos queda cuando nuestras armas son el ordenador y las palabras: contarlo. 

 

Sí, soy un poco intensa con el oficio periodístico y me preocupan sus condiciones, por eso he formado parte durante unos años de la junta directiva de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) España. Como también adoro la fotografía, escribí  'El viaje andaluz de Robert Capa'. Tuve el honor de recibir el XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla por mi trabajo en Israel y Palestina y una mención especial en los Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2007). He sido jurado del IV Premio Internacional de Periodismo ‘Manuel Chaves Nogales’.

 

 


 

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