La inteligencia rusa acusa a Europa de intentar "dar una puñalada por la espalda a Rusia"
Al menos siete empresas de la industria de Defensa de Serbia han enviado cohetes y cartuchos de armas pequeñas a Kiev, utilizando certificados de usuario final "falsos" y de "países intermediarios".

El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) ha acusado a un aliado en Europa de intentar "darle una puñalada por la espalda" al suministrar armas y municiones a Ucrania, su máximo adversario de hoy, a través de su industria de defensa. En un polémico mensaje publicado en su sitio web oficial, el SVR afirmó que al menos siete empresas de defensa serbias enviaron cohetes y cartuchos de armas pequeñas a Kiev, utilizando certificados de usuario final "falsos" y de "países intermediarios". La idea era no dejar pista, no enfadar al Kremlin.
El servicio de inteligencia añadió que "estos envíos difícilmente pueden justificarse por razones humanitarias. Su único propósito obvio es matar y mutilar a militares y civiles rusos", lo que suena a advertencia a un país cercano a los intereses del presidente de la Federación, Vladimir Putin.
Serbia, que desde 2022 se ha convertido en el hogar de muchos rusos que huyen del llamamiento a las armas de Moscú, es uno de los aliados más cercanos de Rusia en Europa y se ha mantenido neutral tras la agresión rusa a Ucrania, iniciada en febrero de 2022.
Su presidente, Aleksandar Vučić, fue uno de los pocos líderes occidentales que asistieron al desfile del Día de la Victoria en Moscú el 9 de mayo. En una aparición en la televisión RTS, afirmó haber discutido recientemente el tema de las exportaciones de armas a Ucrania con el presidente ruso, tras lo cual se acordó que ambos países formaran un "grupo de trabajo" para determinar cómo las armas de fabricación serbia llegan al frente ucraniano.
En marzo, Serbia negó haber exportado armas a Ucrania. Sin embargo, un informe del Financial Times afirmó que el país exportó municiones por valor de más de 795 millones de euros a Ucrania a través de terceros países desde que comenzó la invasión rusa en 2022, según el FT. Vučić declaró al medio: "Tenemos amigos en Kiev y Moscú. Son nuestros hermanos eslavos. Necesito cuidar de mi gente, y punto".