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La seguridad ucraniana denuncia la condenable estrategia de guerra que Rusia pensaba hacer con una niña de 15 años

La seguridad ucraniana denuncia la condenable estrategia de guerra que Rusia pensaba hacer con una niña de 15 años

La Inteligencia de Kiev evita un atentado suicida usando a una menor que quería sacarse un dinero... sin saber las intenciones rusas. 

Imagen de la niña entrando en la comisaría que Rusia quería atacar.Suspilne / Youtube

Los servicios de inteligencia rusos han ideado una nueva y condenable estrategia para hacer daño a Ucrania. Tanto el método como la protagonista dan cuenta de una mente retorcida.

Y es que los de Vladimir Putin intentaron convertir a una niña ucraniana de 15 años en una terrorista suicida, obligándola a llevar explosivos para atacar en una comisaría de policía en Chernihiv, al norte del país. 

Los detalles de la operación frustrada han sido desvelados por Suspilne, la Compañía Nacional de Radiodifusión Pública de Ucrania, citando a representantes del Servicio de Seguridad de Ucrania.

Al parecer, a finales de diciembre de 2024, los servicios especiales rusos prepararon una operación terrorista en la que una colegiala de 15 años, procedente de Kiev, portaba sin saberlo un paquete de explosivos en un edificio de la policía. El explosivo debía detonar en cuanto la chica entrara en el edificio.

Lo único que la salvó de la muerte fue el hecho de que los agentes de contrainteligencia del SSU, el Servicio de Seguridad de Ucrania, sabían sobre la operación rusa desde el principio.

La historia de la niña comenzó en otra ciudad, en Koriukivka. A finales de noviembre, un vecino de 18 años prendió fuego al Centro de Prestación de Servicios Administrativos local. El muchacho lo hizo por dinero, a petición de los servicios especiales rusos. Grabó un vídeo como informe sobre el trabajo realizado, que después se distribuyó por los canales rusos de propaganda en Telegram. Más tarde, los agentes del SSU atraparon al pirómano.

“Lo atrapamos junto con la policía. El joven colaboró con nosotros. Nos proporcionó su canal de telegram para que pudiéramos comunicarnos con un servicio especial extranjero. Y durante el juego operativo, los rusos practicaban ciertas tareas y nosotros las cumplíamos", dicen los agentes. 

Durante la citada comunicación, los representantes de los servicios especiales rusos asignaron tareas a los ucranianos y, entre ellas, estaba la de fabricar dos bombas a partir de un extintor y un termo. "Exigieron grabaciones en vídeo de todas las etapas del proceso, sin saber que los agentes del SSU se comunicaban con ellos", cita la noticia. "Reemplazamos los explosivos por otros que no lo eran. Él debía fabricar los explosivos y, según la leyenda, esconderlos en un escondite. Otra persona debía sacarlos del escondite", dijeron los representantes de contrainteligencia.

Esta otra persona era una estudiante de 15 años, que un día recibió un mensaje de un número desconocido en Telegram ofreciéndole un trabajo a tiempo parcial. La comunicación duró unos tres días, tras los cuales la estudiante recibió instrucciones concretas: ir a Chernigov y recoger un paquete desconocido en uno de los edificios más altos. Los rusos le prometieron a la estudiante hasta dos mil dólares por entregar el paquete.

En el lugar indicado, un desconocido le dio a la niña un paquete que, como se supo más tarde, contenía una bomba camuflada en un termo. Después de eso, la cría recibió más instrucciones de los rusos.

Lo cogí y me dijo que fuera a un banco, sacara el teléfono del paquete y no tocara nada. Había una caja cerrada con cinta adhesiva. Me dijo que rompiera la cinta, encendiera el teléfono, mirara si estaba encendido y lo devolviera”, cuenta la chica, recordando que después le ordenaron que fuera a la comisaría. 

"Me dijo que saliera delante de la comisaría y caminara por los alrededores, que dejara el teléfono con la caja en algún lugar delante de ella. Me dijo también que me asegurara de que realmente había ido allí y que realmente devolvería esas cosas", añade. 

Tras comprobar que la joven se encontraba en el lugar elegido, los representantes de los servicios especiales rusos le ordenaron que entrara en la comisaría. Según un oficial de contrainteligencia del SSU, cuando la joven entró en el lugar, los rusos intentaron hacerla estallar a distancia con explosivos. Una niña suicida sin saber que lo era

Según un oficial citado por este medio, el paquete con el artefacto explosivo improvisado contenía tres kilogramos de "explosivo" falso y tres kilogramos de nueces como fragmentos ya preparados. Según los agentes, los autores de la operación fueron representantes de la Dirección General del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia, el órgano central de mando y control de la inteligencia militar rusa, cuyas principales áreas de actuación son la inteligencia y el sabotaje.

Tras el fracaso del operativo en la comisaría, contactaron a un joven que fabricaba artefactos explosivos y le dijeron que preparara los explosivos que supuestamente alguien recogería. "Mientras conectaba estos cables al teléfono, los comisarios de un servicio especial extranjero hicieron inmediatamente una llamada", indicó la SSU.

Cuando los rusos se dieron cuenta de que no se trataba de un recluta, sino de agentes de contrainteligencia, recurrieron inmediatamente a las amenazas. El medio Militarnyi ha desvelado el contenido de uno de los mensajes recibidos. Decía: "Ten en cuenta que te voy a matar. Ten en cuenta que morirás. Y dile a los muchachos que están allí que ellos también lo harán. Junto con sus familias. Ahora te mataré muchas veces más", dijo un representante del servicio especial ruso.

Cadena de atentados

Durante el último mes, en Ucrania se han producido una serie de atentados terroristas. En particular, se han producido explosiones en los centros comerciales Pavlograd, Rivne y Kamianets-Podilsky y en sus inmediaciones. La particularidad de estos atentados es que los servicios especiales rusos han utilizado a jóvenes ucranianos como terroristas suicidas.

Según informó anteriormente el diario Militarnyi, el Servicio de Seguridad y la Policía Nacional de Ucrania habían detenido a los cómplices del atentado terrorista que Rusia había ordenado el 14 de febrero de ese año en Mykolaiv. Se trataba de cuatro menores de edad, de entre 14 y 17 años, residentes del distrito de Poltava.