Las claves del caso del litio y el hidrógeno que ha hecho caer a Costa en Portugal

Las claves del caso del litio y el hidrógeno que ha hecho caer a Costa en Portugal

El primer ministro socialista se ha visto implicado en un caso de corrupción y de tráfico de influencias que afecta a varios miembros de su gabinete. 

Protesta de más de mil personas, en 2021, contra las prospecciones de litio en Serra de Arga (Portugal), en la base del escándalo.ARMÉNIO BELO / LUSA / EFE

Unas concesiones para la explotación de litio en unas minas de Portugal y proyectos relacionados con el hidrógeno verde para crear energía limpia han hecho caer al primer ministro de Portugal, António Costa, que se ha visto implicado en un caso de corrupción y de tráfico de influencias.

La Fiscalía de Portugal informó este martes de que se han registrado más de 40 lugares y que estas pesquisas se centran en las concesiones de explotación de litio en las minas de Romano y Barroso, en el norte del país, además de un proyecto de una central de producción de energía a partir de hidrógeno y otro para la construcción de un centro de datos, ambos en Sines.

Escuchas, hidrógeno verde y trato de favor

En enero de 2021, una información del semanario Expresso recogía que el Ministerio Público consideraba sospechosa una escucha al entonces ministro de Ambiente portugués, João Matos Fernandes, en la que conversaba con Costa, en unas pesquisas sobre posibles irregularidades en el negocio del hidrógeno verde.

Según ese medio, el Tribunal Supremo de Justicia admitió en aquel momento incluir la grabación en la investigación sobre un supuesto trato de favor del Gobierno de Costa a empresas lusas en el ámbito del hidrógeno verde.

En esa conversación no se encontraron indicios de delito y en ella Costa y Matos Fernandes hablaban sobre las negociaciones en curso para definir la localización de un proyecto de hidrógeno verde, una refinería de litio, los posibles interesados en el negocio y la posibilidad de una colaboración con España.

La revista "Sábado" desveló en su día que este caso se abrió tras una denuncia anónima en 2019 que apuntaba que el Gobierno portugués había favorecido a empresas portuguesas que integraban un consorcio para construir en Sines un proyecto industrial de hidrógeno verde.

Entre estas compañías estaban EDP, la petrolera Galp y REN, que junto con la lusa Martifer y la danesa Vestas anunciaron que se habían unido en un consorcio para estudiar la creación de un clúster industrial para producir hidrógeno verde en Sines.

La Fiscalía sospecha ahora de tráfico de influencias y de corrupción en los proyectos que había en Sines, una planta de hidrógeno verde y un centro de datos, conocido como H2Sines, para desarrollar un gigavatio de potencia de producción de hidrógeno, que serviría como combustible para una refinería de Galp y otras instalaciones, además de generar excedente para exportación.

Una adjudicación de litio sospechosa

En el caso del litio, está bajo el foco de los investigadores una concesión a la firma Lusorecursos de la exploración de este mineral en la zona de Montalegre.

De acuerdo al diario Expresso, la causa se remonta también a 2019 cuando João Galamba, entonces secretario de Energía y actual ministro de Infraestructuras, concedió a Lusorecursos Portugal Lithium autorización para llevar a cabo la exploración de litio.

La cadena de televisión CNN Portugal aseguró hoy que este proyecto, valorado en 380 millones de euros, fue concedido a Lusorecursos por un plazo de 50 años.

El canal recordó que, según la ley, para que una empresa pueda ganar un concurso de exploración por 50 años debe de haberse hecho primero con la prospección, cosa que no ocurrió con Lusorecursos, lo que levantó sospechas de que se había producido presunta corrupción.

Todavía no se sabe bien cuál es el alcance de la presunta implicación de Costa en estos proyectos, aunque la Fiscalía portuguesa indicó que varios sospechosos han hablado de su supuesta involucración en el caso por "desbloquear procedimientos".

Por lo pronto, la Fiscalía ha emitido órdenes de detención contra el jefe de gabinete del primer ministro, el alcalde de Sines y dos de sus administradores en la sociedad "Start Campus" y contra un abogado, que serán presentados ante la Justicia para ser interrogados.

También han sido declarados "arguidos" (sospechosos formales, una figura previa a la acusación) Galamba y el presidente del Consejo Directivo de la Agencia Portuguesa del Ambiente. 

¿Elecciones o no elecciones?

La pregunta en estas horas es: y ahora, ¿qué? Los partidos políticos en Portugal se mostraron anoche divididos sobre la posibilidad de convocar elecciones anticipadas tras la dimisión del primer ministro, una decisión que deberá tomar el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa.

Rebelo de Sousa convocó a los partidos este miércoles para discutir la situación y hablará al país el jueves, tras consultar también al Consejo de Estado, pero las diferentes formaciones políticas ya han empezado a avanzar sus posiciones. La mayoría, especialmente a la derecha del hemiciclo, se muestran partidarios de disolver el Parlamento e ir a las urnas, pero no todos lo tienen tan claro.

"La degradación del Gobierno impone que no se pierda más tiempo y que se devuelva la palabra al pueblo", apremió el presidente del PSD, Luís Montenegro, que lidera la oposición conservadora.

Desde el ultraderechista Chega, André Ventura también dijo que "es el momento en el que los portugueses deben ser llamados nuevamente a las urnas para decidir si quieren mantener este Gobierno o renovarlo".

Ventura, que lidera la tercera fuerza en el Parlamento, insistió en que "sólo hay una solución posible en este contexto" y defendió que cualquier otra opción "será una prolongación innecesaria de la agonizante situación" de los socialistas en el Ejecutivo.

También abogó por ir a las urnas Iniciativa Liberal: "No creo que haya otra solución en este momento que no sea la disolución de la Asamblea de la República y las elecciones para que los portugueses puedan pronunciarse", señaló su líder, Rui Rocha.

La portavoz del Bloque de Izquierda, Mariana Mortágua -antiguos socios de Costa-, dijo que en democracia "las crisis políticas de esta naturaleza se resuelven convocando elecciones". Sin embargo, la opinión del otro ex-socio de los socialistas es diferente. "El país no necesitaba elecciones sino soluciones", señaló el secretario general del Partido Comunista Portugués (PCP), Paulo Raimundo, que aun así aseguró que están "preparados" para enfrentarse a los comicios si finalmente se convocan.

La líder del animalista PAN, Inês Sousa Real, mostró "preocupación" ante la posibilidad que de que el país vuelva a las urnas en pleno debate del Presupuesto del Estado y esperará a que el presidente explique las "soluciones" que tiene en mente.

Los socialistas de Costa no se posicionaron a favor o en contra de las elecciones y dicen estar preparados para cualquier escenario, según su presidente, Carlos César, que destacó que el primer ministro fue "ejemplar" al decidir dimitir cuando supo que estaba siendo investigado.