Marruecos rompe las relaciones energéticas con España

Marruecos rompe las relaciones energéticas con España

El reino alauí busca transformarse en un gran corredor energético apostando por las energías renovables y la independencia de sus principales aliados energéticos.

Imagen de archivo de Felipe VI junto a Mohammed VI durante una visita oficialWireImage

Marruecos y España podrían estar muy cerca de dejar de ser socios energéticos. Esa es una de las prioridades del gobierno marroquí, desde octubre de 2021, cuando tuvo lugar el cierre del gaseoducto Magreb-Europa a través del cual Argelia abastecía de gas a España gracias a los yacimientos argelinos de Hassi R'Mel.

Pero había un inconveniente, y es que debido a la tensión diplomática entre Marruecos y Argelia, este último no quería que el reino alauí se aprovechara de ni un solo metro cúbico de gas argelino, algo que hasta octubre de 2021 sí ocurría, ya que el gaseoducto Magreb-Europa, cuyo destino era Zahara de los Atunes (Cádiz), cruzaba unos 522 kilómetros de territorio marroquí, por lo que en compensación se quedaban una pequeña proporción del gas argelino con destino a España.

El problema llegó cuando Argelia renunció a que Marruecos recibiera su gas, por lo que la situación para el país de Mohamed VI energéticamente hablando era especialmente delicada. En este sentido, se vieron obligados a tomar la iniciativa y buscar alternativas, y logró encontrarla en 2022 gracias a España, que logró que el gaseoducto Magreb-Europa comenzara a bombear de norte a sur, cambiando así la dirección.

Pero las restricciones de Argelia seguían siendo claras: nada de gas a Marruecos, por lo que el gobierno de Marruecos se vio abocado a adquirir Gas Natural Licuado (GNL) y llevarlo a las regasificadoras españolas, ya que Marruecos no cuenta con ninguna. En ese momento, España entrega un certificado en el que aseguraba que el gas no es de origen argelino y así tener 'contento' al principal proveedor de gas a nuestro país.

Hasta el momento y según los datos del pasado año, Marruecos es el segundo país que más gas importa de España aunque sea comprado por cuenta propia. Mientras que Francia obtuvo el 50,7% de sus suministros de hidrocarburos de España, el país marroquí importó un 12,5% (que supone un 400% más que en 2022), mientras que en enero de este año el porcentaje aumentó hasta el 28%.

Marruecos busca la independencia energética

Aunque por el momento el panorama puede considerarse beneficioso para Marruecos, la sanción de Argelia supuso un golpe bajo para Marruecos, que de un momento a otro se vio totalmente abandonado a su suerte en el sector energético. Esto fue recibido por el gobierno marroquí como un punto de inflexión y el momento perfecto para dar un giro radical a su modo producción energética.

Es por ello que consideraron oportuno que una vez que se habían independizado -de forma forzosa- de Argelia, era también el momento de hacerlo con España. Así, el pasado 26 de marzo, cinco ministerios de Marruecos, encabezados por el de Transición Ecológica acordaron llevar a cabo el Programa de Desarrollo de Infraestructuras de Gas Sostenible a través de la construcción de tres plantas regasificadoras de GNL además de varios tanques de almacenamiento y gaseoductos.

Por ello, ya se encuentra en marcha la construcción de la primera regasificadora marroquí en Nador West Med, al oeste de Melilla, desde donde saldrá un gasoducto nuevo que desembocará en el Magreb-Europa. Por otro lado, la segunda planta se ubicará en Mohammedia, al norte de Casablanca, mientras que la tercera y última lo hará en Dajla, al sur del Sáhara Occidental.

Para que todo esto tome forma, y Marruecos pueda lograr el tan ansiado proyecto de tener su propio gaseoducto submarino que atraviese hasta 13 países (6.000 km) es necesario que Nigeria dé luz verde -algo que no ocurrirá hasta diciembre-, ya que el plan establecido por Rabat es que ese gaseoducto recoja y traslade el gas nigeriano. Todo esto tiene un plazo estimado de unos 20 años.

Marruecos está "comprometido con las energías verdes"

Con todo, la intención de Marruecos es clara. En palabras de Leila Benani, ministra de Transición Ecológica, la idea "es convertirse en un gran corredor energético bidireccional entre África, Europa y la cuenca atlántica como lo es Turquía, que cuenta con seis puntos de entrada de GNL y 20.000 kilómetros de gaseoductos en su territorio", aseguró.

Pero no solo se trata del gas. Y es que, Benani también destacó que su país se encuentra en el camino correcto respecto a la implementación de energías renovables. "Nuestro país ha acentuado su compromiso con las energías renovables poniendo en marcha proyectos ambiciosos como la planta solar de Noor Ouarzazate y el parque eólico de Tarfaya", fueron sus palabras. Todo ello es "clave para alcanzar el objetivo de producir, en 2030, el 52% de la electricidad a partir de fuentes renovables", concluyó.