Putin provoca la ira de los rusos con un "regalo" a Moscú
Muchos lo consideran un insulto y una falta de respeto.

Un reciente 'regalo' de Putin a la ciudad de Moscú ha despertado todo tipo de reacciones en su población, tanto favorables como contrarias, algo particularmente llamativo, ya que no suele ser habitual ver o escuchar a muchas personas que disientan de lo que el presidente ruso hace o dice.
Sin embargo, en esta ocasión parece que muchos ciudadanos no se han cortado. Y es que, Vladimir Putin inauguró hace unos días una estatua a tamaño real de Josef Stalin -dictador de la Unión Soviética entre 1924 y 1953- en la estación de Taganskaya (Moscú).
Evidentemente las opiniones contrarias se centran en el hecho de que el revolucionario soviético fue el culpable de la muerte de millones de personas durante esos años, por lo que para gran parte de la población no se trata de un referente de la nación rusa sino todo lo contrario.
Principalmente, otro de los motivos que han provocado esta reacción contraria de la población rusa, es el hecho de que en la estatua se omiten por completo estos aspectos claramente negativos, como las hambrunas, purgas o los miles de enviados a los gulags.
Por contra, Stalin es presentado en la estatua como un líder amado y querido por el pueblo y ha sido descrita como un "regalo" del metro de Moscú a los pasajeros, que fue inaugurada para conmemorar su 90º aniversario.
Señalan que la estatua es similar a la que se instaló por primera vez en el año 1950, tres años antes de su muerte, con el objetivo de ensalzar la heroica victoria rusa sobre los nazis en la II Guerra Mundial, pero que fue eliminado en 1960 durante el período de "desestalinización".
Sin embargo, desde la llegada de Putin al poder hace un cuarto de siglo, la aparición de estatuas y conmemoraciones a Stalin se ha convertido en una constante, pero nunca de una manera tan evidente y en un lugar tan concurrido como el metro de Moscú.
Por todo ello, muchos se han manifestado de forma contraria: "¿En qué estaban pensando?", se preguntan algunos, o "¿cuántos murieron bajo su mando?", se cuestionan de forma retórica otros.
Pero no todos se muestran contrarios, ya que otros tantos lo ven muy acorde y necesario: "Es excelente. Historia del arte, la cultura, la importancia, la belleza", señalan, mientras que algunos historiadores se muestran algo más objetivos: "Deberíamos recordar y honrar algunas de sus hazañas, pero tratarlo así es una falta de respecto. Hizo muchas cosas malas para el pueblo soviético", señala Oleg.