El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, ha ordenado una revisión de los planes de guerra de Gran Bretaña en respuesta a los crecientes temores de un posible ataque militar directo por parte de Rusia, según ha informado el periódico británico Metro. 

Se cree que los funcionarios de la Oficina del Gabinete están actualizando el "plan de defensa de la patria", que detalla cómo respondería el gobierno a un ataque de un estado extranjero hostil, según apunta el mismo medio. 

La medida llega tras una serie de amenazas contra el Reino Unido por parte del Kremlin y de los propagandistas del presidente ruso, Vladimir Putin, por su apoyo a Ucrania. El plan actualizado incluirá escenarios en los que la infraestructura nacional crítica de Gran Bretaña será blanco de misiles, ataques cibernéticos e incluso ojivas nucleares.

Además, establecerá planes de contingencia para albergar a los ministros del gobierno y a la Familia Real, así como para mantener los servicios públicos clave durante tiempos de guerra, según agregó The Telegraph. 

El Gabinete ya publicó en enero una evaluación de riesgos en la que concluyó que un ataque exitoso "probablemente causaría muertes entre civiles y miembros de los servicios de emergencia", además de causar graves daños económicos e interrupciones en los servicios esenciales.

El mes pasado, los funcionarios ejecutaron un escenario que simulaba la primera noche del bombardeo ruso contra Ucrania para probar las defensas aéreas del Reino Unido. El comodoro del aire Blythe Crawford, ex jefe del Centro de Guerra Aérea y Espacial de la RAF, dijo que el resultado "no era un panorama bonito".

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