Este pasado lunes, durante una conversación privada junto a los líderes europeos, Donald Trump aseguró que Putin no está dispuesto a poner fin a la guerra en Ucrania porque cree que está ganando. Esta declaración, difundida por el diario estadounidense The Wall Street Journal, se trata de la primera vez que el presidente estadounidense reconoce la postura del Kremlin. 

Según publica el medio Novitie, la llamada telefónica se produjo antes de la última negociación entre Rusia y Ucrania en Estambul. En ella, Trump insinuó que podría considerar sanciones para Rusia "si se niega a un alto el fuego". Sin embargo, al día siguiente, esta perspectiva cambio de rumbo. "Esta no es mi guerra. Nos enredamos en algo en lo que no deberíamos haber estado involucrados", afirmó el presidente.

De acuerdo a la información difundida, durante una llamada separada, Trump informó a los líderes europeos sobre su intención de mandar a su secretario de Estado, Marco Rubio, y al enviado especial, Keith Kellogg, a participar en las próximas conversaciones en la Ciudad del Vaticano. Por su parte, los europeos "insistieron en que cualquier resultado de las discusiones del Vaticano debe implicar un alto el fuego incondicional".

"Después de hablar con Putin, Trump rechazó abiertamente la alineación con el régimen de sanciones de la UE y, en cambio, expresó interés en restaurar los lazos económicos con Rusia", reza la publicación. "La medida corre el riesgo de debilitar aún más la cohesión dentro de la OTAN, un objetivo de larga data del Kremlin", concluye.

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