Trump cruza todas las líneas y comparte un vídeo hecho con IA que muestra a Obama siendo detenido

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cruzado todas las líneas éticas al publicar un vídeo generado por inteligencia artificial en su red, Truth Social, en el que muestra a su antecesor en el cargo, el demócrata Barack Obama, siendo arrestado. La escena transcurre en el Despacho Oval, en la Casa Blanca, precisamente durante una audiencia con el mandatario republicano. 

En el clip falso también aparecen otros demócratas, como el expresidente Joe Biden, repitiendo la frase "Nadie está por encima de la ley". El neoyorquino prometió en campaña que pondría a sus predecesores en manos de la justicia, como fuera. 

Las imágenes, fake news de manual, surgen después de que la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, publicara un informe alegando que Obama y miembros de su administración fabricaron información sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.

El anuncio se produce en un momento en que Trump enfrenta fuertes críticas por la gestión de su Administración del caso del difunto empresario Jeffrey Epstein, quien se suicidó en una cárcel federal de Nueva York en 2019 mientras esperaba su juicio por tráfico sexual . Desde hace tiempo se rumorea sobre una "lista de clientes" del pederasta, aunque dicho documento nunca se ha hecho público.

Sin embargo, un memorando reciente del Departamento de Justicia y el FBI indicó que no existía una "lista de clientes" y que no se presentarían más cargos. Trump también ha instado a sus partidarios a dejar atrás lo que él describe como el "engaño de Jeffrey Epstein", lo que ha provocado la indignación de muchos de sus simpatizantes .

Varios analistas legales declararon a Newsweek que la publicación del presidente sobre el enjuiciamiento de Obama y sus funcionarios podría tener la intención de distraer la atención de las críticas por un caso tan espinoso. Hoy por hoy, no existe "ninguna base legal" para que Trump encarcele a Obama, afirmó la exfiscal federal Neama Rahmani. "En realidad, carece totalmente de fundamento", dijo. "La investigación de Durham sobre la interferencia rusa no arrojó cargos graves. Y el plazo de prescripción ya ha prescrito. Si Trump hubiera querido hacerlo en serio, su Departamento de Justicia lo habría hecho durante su primer Gobierno".

El informe de Durham concluyó que el FBI no tenía evidencia de colusión cuando lanzó una investigación sobre posibles conexiones entre la campaña de Trump y Rusia, pero no recomendó cargos contra los agentes del FBI.

Rahmani describió las conversaciones sobre procesar a Obama como "carnaza política para su base más que cualquier otra cosa" que podrían tener como objetivo "potencialmente distraer la atención de sus propios problemas relacionados con Epstein". Las declaraciones de Gabbard no se basan en ninguna evidencia real, dijo.

"Influir en la opinión pública no es lo mismo que alterar el recuento de votos", insiste. "Ningún fiscal legítimo acusaría a un expresidente en este tipo de caso, especialmente con la interpretación amplia de la inmunidad presidencial por parte de la Corte Suprema , e incluso si lo hiciera, un juez desestimaría los cargos".

El informe concluyó que los funcionarios de Obama coincidieron en que el Gobierno ruso no manipuló la infraestructura electoral estadounidense para beneficiar a Trump. Si bien los informes no han demostrado que Rusia haya manipulado los votos, otras investigaciones han concluido que Rusia intentó influir en la opinión pública o sembrar la división en Estados Unidos.

El informe de Gabbard destacó varias comunicaciones dentro de la comunidad de inteligencia sobre si Rusia planeaba interferir en las elecciones. En una comunicación del 31 de agosto de 2016, un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) escribió que "no hay indicios de una amenaza rusa de manipular directamente el recuento de votos por medios cibernéticos".

Gabbard escribió que la comunidad de inteligencia coincidió en que Rusia no tenía la capacidad de "piratear las elecciones estadounidenses" y planeaba incluir esa evaluación en la sesión informativa diaria de Obama del 8 de diciembre de 2016. Sin embargo, escribió que fue "retirada abruptamente 'con base en nuevas directrices'".

Obama supuestamente ordenó a la comunidad de inteligencia que elaborara una evaluación que detallaba la intromisión rusa en las elecciones, a pesar de que contradecía las evaluaciones de inteligencia, escribió. Aseguró que la administración se apoyó en aliados de los medios de comunicación para difundir sus falsedades.

"Estos documentos detallan una conspiración traicionera por parte de funcionarios de los más altos niveles de la Casa Blanca de Obama para subvertir la voluntad del pueblo estadounidense e intentar usurpar al Presidente para que no cumpla con su mandato", escribió.

Michael McAuliffe, exfiscal federal y exfiscal estatal electo, dijo al mismo medio que la publicación de IA es "una manera de atraer a los medios para que cubran el tema de la publicación".

"Basándonos en cualquier evaluación racional, las publicaciones en redes sociales y las caricaturas no son la base de investigaciones ni procesos penales. Tengan cuidado con cualquier declaración sumaria sobre la culpabilidad de otra persona, especialmente cuando está cubierta de fanfarronería política", dijo McAuliffe.

El ex fiscal federal Gene Rossi también dijo que la publicación de Trump es un "objeto brillante" para distraer la atención de la reacción contra Epstein. "Las posibilidades de que se presenten cargos criminales contra el presidente Obama son mucho menores que las posibilidades de que los Nacionales de Washington prevalezcan en la Serie Mundial de este año", indica, además.

Aún así, la fiscal general Pam Bondi , de quien Rossi dijo "parece inclinada a actuar como abogada personal de Trump", aún podría abrir una investigación sobre el asunto, dijo.

El portavoz de la Casa Blanca, Harrison Fields, ha echado balones fuera ante los desmanes de su jefe : "El presidente y toda su administración están comprometidos a descubrir las irregularidades y responsabilizar a cualquier individuo por este grave abuso de poder y flagrante conspiración contra el presidente Trump y sus partidarios", afirma. 

El senador Mark Warner, demócrata de Virginia y vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, escribió en X: "Parece que la directora nacional de inteligencia (DNI) Gabbard desconoce que la investigación sobre Rusia, llevada a cabo durante años por el Comité de Inteligencia del Senado , reafirmó que "el gobierno ruso dirigió una amplia actividad contra la infraestructura electoral estadounidense" antes de las elecciones de 2016, y que "utilizó las redes sociales para llevar a cabo una campaña de guerra de información" en beneficio de Trump. Esta conclusión fue apoyada unánimemente por todos los demócratas y republicanos del comité".

Gabbard escribió que está "proporcionando todos los documentos al Departamento de Justicia para que rinda cuentas como merecen el presidente Trump, su familia y el pueblo estadounidense".