Trump vuelve a cambiar de opinión: ahora dice que ya no se reunirá con Xi Jinping y amenaza con aranceles masivos para China
El mandatario estadounidense da un nuevo volantazo y dice no tener motivos para ver a su homólogo chino. Su decisión llega tras el anuncio del país de Xi Jinping sobre aplicar mayores controles a la exportación de tierras raras.
Trump parece no aclararse. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado este viernes que no tiene razones para mantener una reunión con su homólogo chino, Xi Jingping, y ha amenazado a su país con imponerle un "incremento masivo" de aranceles para sus productos. "Tenía previsto reunirme con el presidente Xi en dos semanas, en la APEC, en Corea del Sur, pero ahora parece que no hay motivo para hacerlo", ha criticado el mismo.
Su decisión esta vez parece no haber sido tan arbitraria, pues llega justo después de que Pekín anunciase mayores controles a la exportación de tierras raras, algo que la Casa Blanca ha categorizado de muy hostil. "¡Están sucediendo cosas muy extrañas en China! Se están volviendo muy hostiles y están enviando cartas a países de todo el mundo para anunciar que quieren imponer controles de exportación a todos los elementos de producción relacionados con tierras raras, y prácticamente a cualquier otra cosa que se les ocurra, incluso si no se fabrica en China", ha afirmado el presidente estadounidense a través de Truth Social, donde reconoce que esta medida le ha tomado por sorpresa.
"Otros países se han puesto en contacto con nosotros, indignados por esta gran hostilidad comercial, que surgió de la nada. Nuestra relación con China durante los últimos seis meses ha sido muy buena, lo que hace que esta decisión comercial sea aún más sorprendente. Siempre he creído que me han estado acechando, y ahora, como siempre, ¡tengo razón", ha agregado el mandatario.
"No se debe permitir que China mantenga al mundo 'cautivo', pero ese parece haber sido su plan desde hace tiempo, empezando por los 'imanes' y otros elementos que han acumulado discretamente hasta alcanzar una especie de monopolio, una maniobra bastante siniestra y hostil, como mínimo. Pero Estados Unidos también tiene posiciones de monopolio, mucho más sólidas y de mayor alcance que las de China. Simplemente no he optado por usarlas; nunca tuve una razón para hacerlo, ¡HASTA AHORA!", ha advertido el mandatario, que ha dicho que no ha hablado con el presidente porque "no había motivo para hacerlo" tras su reciente decisión.
Ahora, el republicano tiene previsto estudiar el aumento masivo de aranceles contra China, así como otras medidas. "Dependiendo de lo que diga China sobre la 'orden' hostil que acaba de imponer, me veré obligado, como presidente de los Estados Unidos de América, a contrarrestar financieramente su acción. Por cada elemento que han logrado monopolizar, nosotros tenemos dos. (...) Una de las políticas que estamos calculando en este momento es un aumento masivo de los aranceles sobre los productos chinos que ingresan a Estados Unidos de América. Hay muchas otras contramedidas que también se están considerando seriamente" ha sentenciado el mandatario.