Ucrania no encuentra ni rastro de los soldados norcoreanos y todo apunta a un 'desguace ruso'
Rusia les ha usado como "carne de cañón" en la primera línea de los combates librados en la región de Kursk.
Las tropas norcoreanas enviadas a combatir en la guerra de Rusia contra Ucrania parecen haber sufrido enormes pérdidas en los frentes de batalla, lo que ha llevado a su aparente retirada. El ejército ucraniano asegura no haber visto a estas fuerzas en semanas, una observación respaldada por la agencia de inteligencia de Corea del Sur, que tampoco ha detectado señales recientes de la participación norcoreana en los combates.
Diversos informes de inteligencia surcoreanos y occidentales han asegurado que estos soldados, considerados los mejor entrenados de Corea del Norte, fueron desplegados en primera línea de los asaltos a la región rusa de Kursk como "carne de cañón" en ataques de "olas humanas".
Ejércitos prescindibles en el conflicto
El uso de tropas extranjeras y mercenarias en la guerra de Rusia contra Ucrania ha sido una constante. El brutal grupo Wagner, que dependía en gran parte de convictos, perdió aproximadamente 20.000 combatientes en la batalla por Bajmut, informó en 2023 el Campus Internacional para la SEguridad y la Defensa (CISDE).
El Ministerio de Defensa británico ha acusado a Moscú de "desperdiciar vidas en una estrategia grotesca", refiriéndose a la forma en que el Kremlin emplea a sus tropas en ataques suicidas contra las defensas ucranianas. Ahora, las fuerzas norcoreanas parecen haber sido utilizadas de la misma manera.
Expertos militares señalan que las tropas norcoreanas han sido empleadas en misiones de alto riesgo, como limpieza de minas y ataques a posiciones fortificadas, roles que no corresponden a su entrenamiento de élite. Seth Jones, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), ha destacado que las tácticas de Rusia siguen basándose en una guerra de desgaste con grandes pérdidas humanas, un estilo de combate que ha caracterizado a su ejército desde la era soviética.
Rusia ha mejorado su guerra electrónica y el uso de drones, pero sigue apostando por estrategias que requieren un alto sacrificio humano. Aunque Ucrania ha logrado mantener parte del territorio tomado en Kursk, Rusia ha intensificado la presión en la zona. No obstante, la disponibilidad de soldados para Moscú no es infinita.
