Francia mira de reojo el plan de Málaga para acabar con una clásica atracción turística criticada por activistas animales
Por los caballos y... Por el espacio.
Es una estampa que se ve mucho en Málaga. Una pareja o familia de turistas subiéndose a un carruaje llevado por caballos. Se nota también por el olor. Pero detrás de la postal bucólica, hay un animal sufriendo. Así lo denuncian desde hace años organizaciones animalistas, tal y como se ha hecho eco un medio francés, La Provence.
Este periódico recoge las declaraciones de Concordia Márquez, fundadora del refugio Todos los caballos del mundo, que denuncia "los enormes viajes" que deben realizar los animales y, sobre todo, la temperatura que sufren: "En Málaga se pueden alcanzar los 40 o 45 grados. Es inhumano hacer trabajar a un caballo en esas condiciones".
Ahora, ya no son solo las asociaciones animalistas. El Ayuntamiento de Málaga quiere abordar está práctica y estudia prohibirla. "Lo que buscamos es el bienestar de los animales, pero también hay que tener en cuenta que en Málaga, antes, había mucho más espacio para que pudieran circular los carruajes. Pero con las obras realizadas en los últimos 20 años, lo único que queda es el parque y el paseo marítimo", dice María Trinidad Hernández, concejala de Movilidad del Ayuntamiento malagueño.
El Consistorio ya se había puesto en 2015 el objetivo de terminar con esta práctica en 2035, y ahora el calendario se ha acelerado. Quieren terminar este mismo año. Eso sí, lo que desaparecerán serán las licencias municipales, pero "durante las vacaciones y los periodos en los que tradicionalmente se utiliza el carruaje, este seguirá existiendo".
