La anciana salió a pasear tras la cena, cuando el animal la agredió en una curva: le dio un zarpazo en la cara, la tiró al suelo y le rompió la pelvis.
Necropsias realizadas en osos pardos durante los últimos 20 años revelan que su fallecimiento está relacionado, principalmente, con el hombre e infecciones como la hepatitis infecciosa canina.