Es un principio asumido en el que, ante estos retos epocales, la UE debe apresurar también su determinación de adquirir la estatura de un actor global.
Insoportable contradicción la de quien recurre a decretos de emergencia con suspensión por seis meses de las reglas europeas, y al mismo tiempo torpedea y vota contra los trabajos que el PE viene impulsando.
La preocupación esencial del Parlamento Europeo ha sido la de prevenir las situaciones de vulnerabilidad (mujeres y niños, sobre todo) expuestas a la voracidad sin escrúpulos de las redes de trata.
Es un hecho ciertamente indiscutible que, como resultado de su agresividad, tanto Finlandia como Suecia (históricamente “neutrales”) han decidido su ingreso en la Alianza.
Baste aquí la reseña de la perplejidad que ha suscitado en la UE la moción de censura de Vox, y a todo lo largo y ancho de la representación del pluralismo político supranacional que legitima y vertebra al Parlamento Europeo.
Se trata de la mayor de entre las que conforman la constelación de Agencias y organismos de la UE, la de más abultada ficha financiera (800 millones de euros) y dotación de personal.
Un año cumplido de guerra criminal de Putin, en un escenario sombrío, sumamente inquietante, extremadamente incierto en cuanto a la envergadura de sus desenvolvimientos y de sus amenazas.
¿Cuánto más podrá aguantar la sociedad americana un legado tan pesado en términos constitucionales sin reclamar una reinvención de la arquitectura democrática que continúa prorrogando tan costosas injusticias?
Para achicar espacios de impunidad a quienes pretendan eludir su responsabilidad penal traspasando fronteras en busca de jurisdicciones favorables, cuando no de conveniencia.
No habían terminado los actos de la Pascua Militar cuando Echenique y otros portavoces y bocazas de Podemos y su galaxia en explosión saltaron indignados por el discurso del Jefe del Estado.